
En numerosas ocasiones, los trabajadores se sienten fatigados, sufren jaquecas, molestias oculares o desánimo en el entorno laboral. Aunque la situación personal o cuestiones de motivación profesional pueden influir en ese estado de ánimo o físico, son numerosos los estudios que demuestran que factores como la luz, la temperatura o la calidad del aire pueden ser determinantes para el bienestar de los trabajadores.
El pasado domingo 28 de abril se celebró el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el trabajo, cuyo objetivo es dar visibilidad a las condiciones adecuadas para desempeñar un trabajo óptimo -para trabajador y empresa-.
La startup española Geeksme, especializada en el Internet de las Cosas, ha identificado cómo afectan los distintos factores en la felicidad y productividad de los trabajadores, a partir de los usos de sus herramientas de monitorización y análisis del entorno laboral.
Luz natural
Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta es que la luz es mejor que sea natural. Una de las principales ventajas de esta opción es que mejora el sueño. Investigadores de la Universidad norteamericana de Northwestern, en Florida, y la Academia Americana de Medicina del Sueño recomiendan que la fuente de iluminación en una oficina sea natural, ya que ayuda a conciliar mejor el sueño por la noche, y favorece un descanso más prolongado.
Además, redunda en una mayor actividad y eficacia a la hora de resolver problemas y situaciones difíciles, según el profesor de la Escuela de Medicina de Harvard y neurocientífico Steven Lockley.
También hay que tener en cuenta los cambios que se producen en la luz y el clima a lo largo del año, puesto que estudios de la Universidad de Southampton revelan que aproximadamente el 90 por ciento de las personas experimentan cambios sutiles en el estado de ánimo, la energía y el sueño cuando cambia la estación debido a las alteraciones de luz y clima.
Temperatura
La temperatura óptima relaja a los trabajadores, por eso es necesario vigilar que sea adecuada en el entorno de trabajo. Y no solo el frío en invierno, sino también el calor en verano. El profesor Christopher Lowry de la Universidad de Colorado llevó a cabo una investigación, mediante la que consiguió demostrar que las temperaturas moderadas acompañan a un buen estado de ánimo, ya que la sensación ligera de calidez crea sentimientos de relajación y bienestar.
Otro efecto del calor es la irritabilidad de los empleados, sobre todo a partir de ciertos límites. Mientras que el frío puede provocar desigualdad entre los hombres y mujeres de la compañía, ya que el cuerpo de la mujer precisa de 3 grados más de temperatura que el del hombre para tener una sensación de normalidad.
Calidad del aire
Cuidado con la contaminación en las ciudades, el abuso de los climatizadores, muebles viejos, limpieza deficiente o sistemas de ventilación inadecuados. Trabajar en un ambiente interior tóxico puede provocar problemas respiratorios, estornudos, tos, congestión nasal e incluso puede derivar en enfermedades respiratorias y cardiacas.
Más allá de las enfermedades que causa una mala calidad de aire dentro de la oficina, es algo que incide directamente en la productividad. Una investigación de la universidad de Harvard descubrió que las personas que trabajan en zonas limpias muestran puntuaciones dos veces más altas en cuanto al funcionamiento cognitivo, la toma de decisiones, la creación de estrategias, la planificación y el uso de la información, que las que no disfrutan de un entorno limpio.