Pymes y Emprendedores

Consejos para irse de una empresa con profesionalidad y elegancia

  • "Nunca sabes si volverás a encontrarte con un compañero o un jefe"
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Madrid

Abandonar un puesto de trabajo no es una decisión fácil, independientemente de si se produce por motivos positivos o negativos. Y tanto en las mejores como en las peores situaciones es importante tratar de mantener las formas, actuar con elegancia y ser cortés hasta el último momento.

"Aunque el cuerpo y la mente nos pidan lo contrario, es fundamental marchanos con la mayor tranquilidad y dignidad posible, para que nos recuerden como buenos profesionales y personas razonables", apuntan desde Nexian, la red de agencias de Recursos Humanos, en un comunicado. "Nunca se sabe si nos vamos a volver a encontrar con alguno de los jefes o compañeros de los que ahora nos despedimos", advierten.

Adiós sin perder la compostura

Conscientes de que esa despedida puede enquistarse, haciendo saltar por los aires algunas rencillas que puedan haberse acumulado en el tiempo en la empresa, desde Nexian ofrecen una serie de consejos que ayuden a despedirse sin perder la compostura.

Un decálogo que ha de aplicarse una vez que "se ha meditado mucho la decisión, hayamos elaborado un plan de acción -tengamos o no otro trabajo esperándonos- y estemos seguros de que por encima de todo nos queremos ir bien, de manera elegante, siendo educados, con buenas maneras y sin remordimientos al mirar atrás", explica Roberto Revuelta, director del área de selección de Nexian.

1. Anunciarlo con tiempo

Aunque lo más normal es que en España el trabajador dé dos semanas a la empresa antes de que su renuncia se haga efectiva, cada contrato puede contener especificaciones muy concretas al respecto, por lo que merece la pena revisarlo antes de anunciar nuestra dimisión.

2. Respetar la jerarquía

Una vez que se pase a la acción, es absolutamente recomendable que el trabajador respete el organigrama e informe primero a su o sus jefes sobre su decisión de abandonar la empresa. No está de más que si la relación con sus superiores no es buena reclame la presencia de alguien de Recursos Humanos.

3. Construir la renuncia formalmente

Cuando los jefes estén informados de la marcha del trabajador, éste ha de armar su renuncia formalmente. "Si es importante preparar lo que se va a decir para anunciar la marcha de una compañía no lo es menos elaborar un escrito en el que se explique el porqué de la renuncia y la fecha acordada para que se haga efectiva la baja voluntaria", sostiene Revuelta.

4. Informar a los compañeros

Para evitar rumores y ser el epicentro de los cuchicheos, Nexian recomienda que el trabajador informe personalmente a sus compañeros, cara a cara o por escrito, de su decisión de abandonar la empresa.

5. No descuidar las obligaciones

Pese a que todo el mundo sepa que alguien 'deja el barco' ese alguien debe seguir trabajando como si no fuera a hacerlo. Sólo así podrá presumir de ser buen profesional y conseguirá que le reconozcan su implicación en el mundo laboral.

6. Pedir una carta de recomendación

Si el trabajador sigue ejerciendo sus tareas hasta el último día es evidente que estará en una posición ventajosa para pedir una carta de recomendación. "En el mundo laboral lo mejor es disponer de todas las cartas posibles a nuestro favor para poder ganar la partida en un proceso de selección que en un futuro nos pueda interesar", sostiene el directivo de Nexian.

7. Recoger nuestros asuntos personales

No es buena idea abandonar una empresa dejando atrás objetos personales que se han ido acumulando durante los años de trabajo. "Fotos, papeles, plantas... Solemos acumular muchas cosas en nuestros puestos de trabajo, y lo mejor sin duda es llevarnos todo eso con nosotros cuando nos vamos", explica Revuelta. Eso sí, también matiza, que ese orden y recogida de asuntos personales ha de hacerse fuera del horario laboral.

8. Despedirse de los colegas

Cuando llegue el momento de decir adiós, es importante que el trabajador tenga un gesto con sus compañeros y se despida de ellos de forma presencial o al menos por un correo electrónico, en el que si lo desea pueda dejar sus señas más personales como su número de teléfono.

9. Agradecer el empleo

Antes de marcharse de la empresa, el trabajador debe enviar un escrito -suele hacerse con un correo electrónico- en el que agradezca el tiempo que allí ha trabajado y lo que ha aprendido. "Dar las gracias es un gesto con el que podemos conseguir que se nos recuerde como alguien elegante y con clase hasta el final", apostilla el experto.

10. Controlar las emociones

Al abandonar una compañía ni es bueno mostrarse exaltado por marcharse ni mostrar pena que pueda confundirse con remordimiento. "Es fundamental cruzar el umbral de la puerta de salida con la cabeza alta y con la dignidad impecable. Para ello es básico controlar las emociones hasta el final", concluye Revuelta.

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Comentarios 1

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Excelente artí­culo.
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En Contra

Excelente artículo; estoy ya jubilado, he dimitido tres veces en mi vida, siempre me he ido mal, me hubiera gustado haber tenido este artículo hace 42 años; he dado dos despedidas a colegas, ninguna era en España, en una les invité a una degustación de vinos de Rioja, años después en otra en otro país les invité a una degustación de vinos de Jerez, en los dos casos sin límite y sin avisarles de que no se deben mezclar; se pusieron malísimos, han pasado décadas y todavía me maldicen. La tercera vez al jubilarme, salí corriendo como alma que lleva el diablo por motivos varios. No estoy orgulloso.

Puntuación -3
#1