¿Por qué billage? ¿Cuál fue la motivación para crear billage?
Cuando fundé mi primera empresa, como siempre me han gustado el orden y los procesos claros y repetibles, una de las primeras cosas que hice fue buscar un software para gestionar el negocio. Pero sólo encontré soluciones complejas y caras que hacían muchas cosas pero no me ayudaban a mejorar la gestión de mi empresa.
En esa época tuve, por tanto, que contratar varias herramientas por separado de las cuales sólo usaba una pequeña parte de las funcionalidades. Esa experiencia me hizo reflexionar y durante los años siguientes observé que mis clientes tenían el mismo problema y nadie de la industria del software le daba solución.
Un día se me ocurrió la idea de dibujar en un papel las funcionalidades que debería tener la app que me permitiera gestionar todo lo que pasa en mi empresa. Además, en paralelo y por casualidad, conocí dos empresas de software brillantes que me inspiraron, una holandesa y otra española, Exact y Deister. Hacían otro tipo de soluciones para empresas más grandes pero siempre basadas en Web.
Y entonces lo vi claro, es cuando decidí crear una app Web todo en 1 para la gestión fácil de Pymes.
¿Para qué y por qué una pyme debería usar billage?
Billage es la app que permite a las Pymes gestionar eficazmente sus negocios gracias a la facilidad de uso y a la simplicidad. Y el trabajo de simplificar, de quitar todo lo que no se necesita, lo conseguimos estudiando en profundidad las tareas diarias que hacen las pequeñas empresas. Estamos hablando de facturación, presupuestos, relación con clientes, cobros y pagos, gestión de la tesorería o ventas.
Como Ceo de una startup, ¿cuál es tu opinión sobre la transformación digital de las pymes españolas?
Durante 2017 y 2018 hemos notado una gran aceleración de la demanda, la sensación es que las pymes conocen mucho mejor los beneficios de digitalizar sus procesos de negocio y llevarlos a la nube. Están mucho mejor informadas que al principio, cuando lanzamos el producto.
Hemos pasado de captar clientes que vienen de facturar en Excel a un nuevo tipo de cliente que ha estado probando 5 herramientas cloud y quiere que le hagas una demo para validar que el programa de facturación de billage tiene toda la funcionalidad que necesita.
Eso significa que el estilo de gestión empresarial está cambiando para bien, las Pymes de hoy gestionan mucho mejor sus datos. Ahora las Pymes tienen acceso a software de gestión que se integra con todo el ecosistema de la nube, es decir, con sus bancos, correo electrónico, plataformas de pago o tiendas online.
¿Cuál es el mayor escollo que ves a la hora de la implementación y transformación digital de las empresas y autónomos?
Creo que, sin lugar a duda, lo determinante es haber reducido barreras para la rápida adopción de tecnología de cloud, eliminando complejidad y haciéndolo económicamente asequible.
Por un lado está el modelo de suscripción del software que ha transformado por completo el esquema. Ahora no se compran licencias de software, sino que se alquila mensualmente para su uso. En lugar de pagar miles de euros puedes usar software con la última tecnología desde 9 euros al mes.
Pero lo más importante es que el software sea fácil y se pueda usar de forma autodidacta. El éxito es hacerlo tan fácil que no puedas equivocarte. Los usuarios tienen éxito usando iPhones y Facebook porque son herramientas extremadamente intuitivas y fáciles de usar. Lo mismo sucede con el software de gestión empresarial: si se lo pones fácil y les aporta valor, lo usarán.
Nos comentas que según tu experiencia con billage, el mayor handicap hoy en día es la desconexión en las empresas entre la gestión del día a día y todo el entorno bancario - fintech: cobros, pagos, conexión con bancos... ¿Cómo propones integrar estas áreas?
Efectivamente, desde el principio nos ha chocado que la industria del software de gestión empresarial siempre ha ido por separado de lo que sucede en las cuentas bancarias.
Un movimiento en el banco es la realidad, es lo que está pasando en tu empresa: el pago de una factura, la cuota de un préstamo o la devolución de un recibo. Todos ellos son eventos muy relevantes para un empresario pero que, sin embargo, ahora debe consultarlos manualmente accediendo a la web su banco y sin ningún tipo de integración con su programa de gestión. No tiene sentido.
Esto, por suerte para los empresarios, está cambiando. Nosotros sabemos que, en poco tiempo, el empresario podrá hacer operaciones bancarias y financieras sin salir de billage. Estoy hablando de transferencias, cobros de facturas o acceso a productos de financiación del circulante.
Es un cambio de paradigma, el software de gestión será la plataforma y los bancos actuarán como proveedores de operaciones financieras. Ya estamos cerrando acuerdos con bancos para avanzar en esta dirección.
¿Por qué crees que sigue siendo un "ladrón de tiempo y energía" la gestión bancaria de las empresas? ¿Por qué es un área en la que se siguen cometiendo errores y se trabaja de forma "manual", sin transformación digital?
Uno de los grandes dolores de los empresarios es la conciliación bancaria, es decir, el trabajo tedioso de justificar todos los cobros y pagos de los negocios. Hoy en día está muy poco automatizado y gran parte de este trabajo se hace manualmente, lo cual roba mucho tiempo y suele derivar en errores humanos.
Por otro lado, los empresarios trabajamos con dos o tres bancos, múltiples cuentas bancarias y diferentes tarjetas de crédito. Esta dispersión de la información de cobros y pagos dificulta enormemente el control de la tesorería de la empresa. Una vez más, la gestión diaria de la empresa va por un lado y los bancos por otro.
Cómo conseguís convencer a los futuros usuarios de billage de que puede ser su mejor aliado en la gestión de su empresa? ¿Cómo se supera el miedo a la transformación digital?
Hay 2 ejes: comunicación y producto, y en este orden. Estamos en un mercado con alta densidad de soluciones, por lo que es clave como proveedor comunicar eficazmente para que el cliente entienda rápidamente qué valor obtendrá utilizando billage.
El siguiente paso es el producto. Debe ser extremadamente intuitivo y simple, el usuario no perdona y si durante los primeros minutos tiene problemas, se irá.
Por tanto, no se trata de tener el producto con más funcionalidades o el más bonito, el que gana es el que consigue enamorar al usuario durante todas las etapas del proceso de compra.