Pymes y Emprendedores

¿Me quitará el trabajo un robot? El miedo a la automatización acecha a los jóvenes

Cuando algunos autores del siglo XIX imaginaban cómo sería el año 2000, una de las visiones más idílicas era un mundo en el que las máquinas se encargarían de la mayor parte del trabajo y el ser humano tendría casi todo el tiempo a su disposición para dedicarse al placer y al ocio. Pero ahora que las nuevas tecnologías han irrumpido con fuerza en numerosos ámbitos del saber, la perspectiva de ser sustituido por un robot es más una amenaza que una tentación.

Según el informe de ADP The Workforce View in Europe 2018, a un 28% de los trabajadores europeos les preocupa que sus puestos puedan ser automatizados. Hasta el 39% de los jóvenes entre los 16 y los 24 años creen que tal cosa acabará ocurriendo, aunque la preocupación por la automatización no solo depende de la edad, sino también del sector: es mayor entre los empleados de servicios financieros (44%) y mucho menor en el sector educativo (17%) y en arquitectura, ingeniería y construcción (19%).

Los profesionales de RRHH y los gestores del capital humano deben hallar el equilibrio entre la gestión de los problemas actuales y el asentamiento de unas bases para una visión a largo plazo. También tienen ante sí una gran oportunidad para dar respuesta a este temor de su fuerza laboral a ser desplazada, fortaleciendo su papel como nexo de unión entre los empleados y la alta dirección.

Y es que el riesgo no solo afecta a los profesionales como individuos, sino también a las organizaciones en conjunto: en su caso, corren el riesgo de convertirse en entidades desactualizadas y obsoletas, si no han conseguido dar respuesta al desafío que plantea la adaptación a la inteligencia artificial. El corto plazo no es inquietante, pero urge tomar medidas ya para afrontar el medio y largo plazo. Una de ellas es innegociable: invertir en la formación y la adquisición de nuevas capacidades. Con tantos profesionales que se enfrentan al desempleo o a una reasignación debido a la tecnología, la formación continuada y la mejora de sus habilidades garantizarán su adaptación a un nuevo escenario laboral.

Las empresas deben valorar qué partes son automatizables y cuáles serían los efectos

Más de la mitad de los encuestados en nuestro informe afirma que sus organizaciones ya lo están haciendo (37%) o cree que lo tiene previsto (15%). Aunque no son cifras desalentadoras, significan que un 48% cree que sus habilidades serán sustituidas en un futuro no muy lejano, si su empresa no actúa con la suficiente rapidez. Es hora de mirar más allá de las hojas de cálculo y buscar fórmulas fuera de la caja que permitan a las empresas relacionarse mejor con sus profesionales. Ese es el motivo por el que resulta tan importante que los empleadores comiencen a prepararse desde ya y observen qué partes de su organización y qué puestos podrían automatizarse para valorar, a continuación, el efecto que esto tendrá en las habilidades laborales. Más robots en el puesto de trabajo no significa que las personas se vuelvan obsoletas, ya que se crearán nuevos empleos mientras que ciertas funciones cambiarán de forma considerable.

Si las empresas comienzan desde ya a mejorar las habilidades profesionales de los trabajadores y a capacitarlos para la nueva situación, los empleadores se asegurarán de que tanto ellos como sus profesionales estén preparados para trabajar codo con codo con las máquinas. Capacitarlos les dará la confianza suficiente para que la pregunta no sea "¿me acabará quitando el trabajo un robot?", sino "¿con qué herramientas cuento para aportar aún más valor a mi empresa?". Sin duda, para que un capital sea más humano que nunca, debe estar más preparado que nunca.

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Comentarios 1

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Los automatas estan para realizar las tareas reiterativas y pesadas, los salarios son para sobrevivir los humanos; no se pueden mezclar. Los robots producen, pero los consumidores son las personas. No distorsionemos los principios de la humanidad con los del capitalismo.

Puntuación 3
#1