Entre Formentera, Alicante y la Manga del Mar Menor se fabrican los zapatos artesanales de Madeinterraneas. Ese es el lema de una marca que ofrece un producto de calidad y a un precio asequible pero lo más importante, según su fundador, es ofrecer "un producto solidario y con mucho amor".
¿Por qué decidiste emprender?
Yo he nacido en el seno de una familia emprendedora. Tanto mi padre y mi madre son emprendedores y mis hermanos y yo hemos crecido dentro de la cultura del esfuerzo. Siempre me ha gustado el mundo del emprendimiento y la moda. Elegí el sector del calzado porque me di cuenta de que había un problema: un buen zapato y a un precio asequible no existía por ello pensé que había que democratizar el lujo artesanal y lo quería hacer con un zapato muy específico, un zapato de yute cosido a mano. Visité fabricas, puerta a puerta, por un polígono industrial de Elda para conseguir ganarme la confianza de los fabricantes hasta que uno me escuchó y confió en mi y en el proyecto.
¿En qué se diferencia Madeinterraneas de su competencia?
Vendo toda mi producción a través de mi página web y el l 10 por ciento de los beneficios van destinados a niños con enfermedades raras a través de a la Federación Española de Enfermedades Raras (Feder). Siempre he sido voluntario allí y creo que tiene sentido hacer la moda útil, más allá de su sentido práctico.
A la hora de vender, ¿Qué es lo más importante?
Yo preparo todos los pedidos con amor para que la compra del producto no sea fría sino que tenga un sentido. Me gusta escribir mensajes como "La gente grande es la que cambia el mundo, gracias por serlo". Esto le gusta al cliente porque, en el mundo en el que vivimos en el que todo va deprisa y que todo es tan frío, te cansas enseguida de las cosas. Por lo tanto, me gusta darle un sentido a la moda, que sea útil y que todo el proceso también lo sea porque la caja es de madera ecológica y no la vas a tirar porque es una caja que puede tener otra utilidad.
Pero ¿Llegará un momento en el que no podrá dedicar las tapas de todos tus pedidos?
Si eso sucede, será que me ha ido muy bien. Yo he tenido la suerte de rodearme de muy buenas personas. A parte de mi familia -si yo volviera a nacer, solo le pediría a la vida que me volviese a tocar la misma familia- me he rodeado de grandes personas y a ellas les transmito el amor por mi proyecto, entonces no me cabe la menor duda de que tendré una mano derecha que le pondrá el mismo amor para poner esos mensajes y no hay nada más bonito que poder delegar y, cuando lo haces y ves que lo hacen mejor que tu, esa es la mejor sensación porque dices, estoy aprendiendo.
¿Qué es lo que le hace sentir más orgulloso?
Yo hago un zapato artesano de calidad fabricado en España un precio inferior a cuarenta euros incluido el porcentaje solidario que va destinado a Feder y con el envío gratuito. Yo creo que eso es tener sentido común en los negocios porque si lo que yo quería era democratizar el acceso al calzado artesano de lujo, no lo podía poner a 100 euros. Me siento muy orgulloso cuando veo que el origen de cada una de las ventas. Me puede entrar una de la Moraleja y a los cinco minutos, una de Leganés. Eso me llena de orgullo porque he conseguido lo que yo quería transmitir que era que todo el mundo pudiese acceder a ese producto sin diferencias.
¿Cómo están siendo las ventas hasta el momento?
Las ventas de verano han ido muy bien. Las ventas online van progresando de forma lineal, crecen poco a poco y semana tras semana aumentan; mientras que he tenido un gran éxito en los pop up -puestos de venta físicos temporales-. Estuve en Marbella y tuve un gran éxito. El primer día vendí todas las existencias que tenía allí y tuve que ir a mi fabricante de Alicante a por más unidades. Como no esperaba esa cantidad de ventas, he tenido que hacer otro pedido para seguir vendiendo el yute pasado el verano y tener la colección más tiempo.
Y para el invierno, ¿Qué colección ha diseñado?
He diseñado una colección inspirada en la fiebre nocturna de Manhattan, en Studio 54 y los años 70, con dos líneas de zapato tanto para hombre y mujer. Una línea de zapato de oficina y otra más de calle, prescindiendo del yute que es un material más delicado. Para la mujer hay tanto modelos de tacón, bailarinas y otros más deportivos aunque muy elegantes para ir a la oficina también.
¿Cómo le gustaría verse en un año?
Yo quiero que mi familia siga igual de orgullosa de mi como hasta ahora y que, por otro lado, si alguien me reconoce que lo haga por hacer una buena labor social. No me obsesiona crecer rápido porque eso llegará poco a poco. Para vender a gran escala y en masa hay muchos pero para vender con amor hay pocos. Por ejemplo, cuando es el cumpleaños de mis clientes y clientas yo les llamo para felicitarles. Eso es estar de la mano del cliente y no abandonarlo. Para mi mis clientes son mis jefes y ellos me dicen como tengo que hacer las cosas.