
Siete de cada diez empresas que invierten en el exterior generarán empleo en España en 2018 según un estudio realizado por Cofides bajo el título La empresa española inversora en el exterior financiada a través de Cofides, realizado en colaboración con varias universidades españolas -la Universidad Politécnica de Cartagena, la Universidad de Murcia y la de Cantabria-.
Las principales conclusiones obtenidas de este trabajo son que las empresas españolas que llevan a cabo operaciones de Inversión Directa en el Exterior (IDE) contemplan unas expectativas de crecimiento de sus ingresos muy favorables tanto en el lugar de destino como en el de origen de la inversión (España).
Así, el 86,2% de las empresas prevé aumentar sus ventas en 2018 en España. Esta tendencia es también optimista en los países donde realizan la inversión y el 86,7% de ellas espera aumentar su facturación en el lugar de destino.
Internacionalización
En cuanto al empleo en los países donde se realiza la inversión, la tendencia es aún más favorable que en el mercado nacional y el 83,3% de las empresas prevén que incrementarán su empleo en el lugar de destino.
Por otro lado, el trabajo señala que fortalecer el desarrollo de la internacionalización de la empresa española puede promover el crecimiento de la productividad, dada la mayor capacidad productiva, la mayor especialización y la absorción de nuevas tecnologías y efectos spillover.
El presidente de Cofides, Salvador Marín, destaca que este estudio "viene a reafirmar que la internacionalización a través de la IDE resulta muy beneficiosa para las empresas. Aquellas compañías que realizan IDE tienen más actividad, producen una mayor cantidad de productos y servicios y cuentan con una mayor capacidad financiera, lo que les permite realizar mayores inversiones".
Además, afirma que dedican más recursos a I+D, son más eficientes e innovadoras y crean más empleo, con trabajadores más cualificados y en definitiva, se genera empleo y riqueza no solo en los países a los que se dirigen, sino también en el país de origen de la matriz, en este caso España.
Por su parte, el director del equipo investigador, Domingo García Pérez de Lema, asegura que "este trabajo resultará de gran utilidad para comprender las necesidades de los inversores privados en el exterior". Asimismo, considera que "contribuirá a orientar las políticas públicas en el ámbito económico, ya que permite conocer de primera mano las estructuras y los procesos de inversión exterior, cómo se toman las decisiones estratégicas, qué incentiva a las empresas a salir a otros mercados, cómo operan dichas empresas y qué anticipan para el futuro".
De los resultados del estudio se deriva que el perfil de la empresa española financiada a través de Cofides que realiza acciones de Inversión Directa en el Extranjero (IDE) se caracteriza por tener más de 10 años de vida y ser empresas familiares. Asimismo, América (61%) y Asia (19,5%) son los principales mercados de destino.
Respecto a los principales objetivos de las IDE en el país de destino son: mantener o mejorar los resultados de la empresa, explotar la experiencia y el conocimiento adquirido en los mercados internacionales, asegurar la distribución y venta de productos y servicios y, por último, crear nuevas redes de distribución.
Barreras de inversión
Por el otro lado, las barreras a la IDE que más destacan son la inadecuada e insuficiente información del mercado de destino y la dificultad de adaptación a normas técnicas en los nuevos mercados.
Por último, los resultados/efectos de las empresas que han realizado IDE son dos: en relación con los competidores han mejorado su imagen, crecen más que sus competidores, tienen empleados más cualificados y cuentan con clientes más satisfechos. En relación con su capacidad competitiva: mejora la experiencia internacional del director general, se obtienen beneficios en términos de desarrollo de sistemas de control de gestión y surge un incremento en las capacidades del capital humano.