
España ha escrito en los últimos años sus mejores páginas en materia de desarrollo exterior. Los datos más recientes en esta materia señalan a 2016 como año récord en exportaciones de mercancías, ya que crecieron un 1,7% con respecto a 2015, alcanzando 254.530 millones de euros, su máximo histórico. Unos datos muy celebrados por los principales agentes de este ámbito, pues evidencian que las pymes españolas -protagonistas indiscutibles de la internacionalización- advierten su salida al exterior como una decisión estructural.
No obstante, del mismo modo es cierto que en ese salto se percibe una predilección por destinos europeos, situación que parece comenzar a revertirse y, de hecho, según el informe Análisis Estratégico para el desarrollo de la pyme en España: internacionalización y orientación emprendedora, seis de cada diez pymes han introducido un nuevo Estado como destino de sus exportaciones durante los últimos cinco años, incrementando así una media de tres o cuatro países nuevos en dicho periodo.
En relación con lo anterior, y aunque la Unión Europea (UE) es el mercado doméstico, "fuera de ella, las pymes obtienen mayores márgenes, es decir, la rentabilidad es mayor", indica Antonio Aragón, catedrático de la Universidad de Murcia y uno de los autores del informe. Asimismo, "el hecho de que desde 2010, las pymes hayan ido a una media de tres países es un dato interesante, sobre todo por los esfuerzos que hacen para adaptarse a las exigencias de los mercados internacionales", añade Aragón.
No cabe duda de que acceder a ellos no es tarea sencilla, ya que "se compite con más empresas y eso implica tener un producto más potente, con un mayor componente tecnológico, etc.", explica Aragón, "además de tener mejores recursos, personal más cualificado y bienes con mayor dosis de diseño".
Por su parte, en lo relativo a la innovación, las pequeñas empresas tienen un comportamiento análogo, ya que el 53% de ellas ha realizado innovaciones en los productos que ofrecen, con una media de nuevos artículos en los últimos cinco años de 15,6%. En este sentido, como reconoce Alfredo Bonet, director de Internacional de la Cámara de Comercio de España, "es vital tener una estrategia de innovación o de incorporación de investigación y desarrollo a los modelos de producción para garantizar que lo que se ofrece es de calidad".
Otro de los aspectos en los que incide el informe es el que hace referencia al modo de entrada en los nuevos mercados. En este sentido, el 44% de las pymes emplea medios propios, seguidos de intermediarios establecidos en España y programas públicos.
Diversificar mercados
Cuando se comienza a exportar, lo habitual es hacerlo en países semejantes al de origen. Por eso, como cuenta Bonet, "los primeros pasos se suelen dar en destinos como Portugal, Francia o Alemania". Sin embargo, cuando se adquiere cierta experiencia, se debe mantener a los clientes diversificados, ya que "los ciclos económicos no se mueven de manera simultánea, de forma que cuando la UE está en un fase de recuperación, los países emergentes pueden estar atravesando un proceso de dificultad", aclara Bonet.
No obstante, la situación bajo la que operan las empresas dentro de Europa no es la misma que cuando se trata de mercados internacionales. Así, "conforme se avanza más lejos, el acceso de los productos es más difícil. En aquellos países con los que la UE tiene acuerdos, la facilidad de nuestras compañías es mayor", apunta Bonet. Es el caso de Canadá, ya que tras la firma del tratado Ceta, los productos españoles accederán más fácilmente. Además, Bonet sitúa a los países emergentes (China, Brasil, India o México) en el punto de mira de las pymes españolas: "Son aquellos Estados que van a concentrar la mayoría del crecimiento mundial de los próximos años", explica. Por su parte, los países de Latinoamérica siguen siendo, a juicio de Bonet, una asignatura pendiente, ya que la cifra de las exportaciones a esta región es similar a la de nuestras exportaciones a Portugal. En último lugar se sitúan zonas como el sudeste asiático, África subsahariana y Oriente Medio, en las que la presencia de nuestras pymes es limitada, pero que presentan interesantes oportunidades.
Por todo ello, explorar nuevos mercados es la estrategia internacional más inteligente de una pyme aunque, como afirma Bonet, "la UE es un entorno importantísimo y no se debe descuidar. Es un mercado en el que tenemos que estar siempre".