Pymes y Emprendedores

El Brexit deja a las empresas en un marco de incertidumbre

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Santacana, Benguigui, Luna, Bonet, López-Vilas y Bernal. N. Martín.

El resultado del referéndum en Reino Unido sobre su permanencia o no en la Unión Europea desconcertó a los habitantes de una Europa que esperaban precisamenet la decisión contraria. La noticia del Brexit, que sorprendió incluso a los propios británicos, provocó la retirada del primero ministro David Cameron, que la semana pasada anunciaba que Theresa May sería su sucesora.

Este contexto deja muchas dudas sin resolver, sobre todo a nivel interno, pero también de cara a los países de la Unión, cuyas empresas exportan sus productos y en muchos casos tienen a Reino Unido como socio comercial estratégico. Para hablar sobre las consecuencias que el Brexit va a traer tanto a las empresas españolas con presencia allí como a las compañías de Reino Unido en nuestro país, la semana pasada tuvo lugar el Observatorio Econocom: Los efectos del Brexit en la internacionalización de las empresas españolas.

La jornada, patrocinada por el Grupo Econocom y moderada por el adjunto al director de elEconomista Juanjo Santacana, contó con la participación del analista económico Miguel Ángel Bernal; el director de Desarrollo de Negocio-División OHL Desarrollos de OHL, Santiago López-Vilas; el responsable de Desarrollo de Negocio de Aberdeen Asset Management Iberia, Álvaro Antón Luna ; el director Internacional de la Cámara de Comercio de España, Alfredo Bonet; y el presidente y consejero delegado del Grupo Econocom en España, Ángel Benguigui.

"La principal conclusión que sacamos es que nadie sabe muy bien qué va a pasar", explicó López-Vilas, quien es partidario de esperar a los resultados que se extraigan del debate parlamentario del próximo 5 de septiembre -cuando se discutirá una petición ciudadana que solicita un segundo referéndum-. En este sentido, los participantes de la mesa de debate estuvieron de acuerdo en la necesidad de esperar a conocer cuáles serán las líneas de actuación que seguirá el Gobierno de Reino Unido, de cara a poder hacer una valoración más exhaustiva sobre las consecuencias de este proceso en las empresas.

"Ante un fenómeno tan importante como el Brexit, tenemos que diferenciar los distintos impactos. Para Reino Unido, esto es un fracaso político y económico. Para la UE es un problema: nos han rechazado y tenemos que estudiar por qué la gente quiere salir. Creo que es una oportunidad para reflexionar por qué también desde otros países se pone en duda que la Unión sea realmente un entorno satisfactorio". Así comenzó su intervención en el debate Benguigui, quien cree que "el impacto negativo será sobre todo para Reino Unido, porque se espera que caigan las inversiones, ya que habrá quien desinvierta o se vaya a otras localizaciones", añadió.

En este sentido, durante la jornada se habló sobre todo de los sectores turístico y hotelero, "que son los que más preocupan, porque el 25% de nuestros visitantes son ingleses y en España hay 300.000 británicos residentes", contó Bernal. Idea a la que se sumó López-Vilas, quien afirma que "a corto plazo, el principal impacto que podemos prever es el de la bajada del turismo británico en España, que se notará sobre todo en determinadas Comunidades Autónomas". Por su parte, Bonet añadió que "será más caro para ellos venir a España, pero también ir a Italia, Alemania o Francia. Además, los turistas tampoco tienen muchas más alternativas, si tenemos en cuenta la situación actual del Mediterráneo. Creo que el Brexit puede afectar más a los visitantes que gastan poco, por lo que nuestro turismo podría incluso ganar valor con esta situación".

En este sentido, Benguigui añadió que "el impacto en España va a ser relativamente bajo, porque somos de los países de la Unión que menos exportamos a Reino Unido y nuestra presencia allí es pequeña". De este modo, cree que "debemos estar muy tranquilos para hacer un análisis pormenorizado, porque el impacto será muy asimétrico y todavía no se sabe qué va a cambiar a nivel fiscal o de acuerdos de libre circulación y comercio". Una precaución con la que está de acuerdo Bernal, quien señaló que "realmente no sabemos en qué punto estamos". Así, Antón Luna cree que "no es el momento de tomar decisiones precipitadas, sino de buscar valor en el largo plazo de las compañías, ya que, en momentos de incertidumbre, son las empresas bien gestionadas las capaces de superar estas barreras".

Impacto en las exportaciones

Otro de los temas que se trató durante el observatorio fue el de las exportaciones y las importaciones. De este modo, tal y como apuntó el responsable de Desarrollo de Negocio de Aberdeen Asset Management Iberia, "Reino Unido es muy dependiente de Europa, y viceversa, por lo que van a tener que alcanzar un acuerdo". En este sentido, Benguigui cree que "el choque será asimétrico" y, por otro lado, el director internacional de la Cámara de Comercio de España explicó que "si al hecho de que van a disminuir las exportaciones al mercado británico se suma la caída de la libra, se puede pronosticar una disminución en el ritmo del crecimiento".

De este modo, Bernal explicó que "la depreciación de la libra perjudicará a España, porque perderemos competitividad en sectores como el turístico o el hortofrutícola", ya que, tal y como detalló López-Vilas, "la caída de la capacidad de compra del público británico les llevará a países con una divisa más beneficiosa para ellos". Una opinión a la que se sumó Antón Luna, quien añadió que "el mundo ya crecía mucho menos de cómo lo hacía en los últimos 30 años -3%, frente al 3,8%- y creemos que con el Brexit caerá hasta el 2,5%, porque hay procesos de inversión que no se están ejecutando por esta incertidumbre".

El recorte que S&P y Fitch hicieron al rating soberano de Reino Unido justo después de conocerse el resultado del referéndum -que bajó la nota del país de la AAA de máxima solvencia a AA- en el primer caso, y de AA+ a AA en el segundo- fue otro de los temas que salió a relucir durante la jornada: "La realidad es que su mercado nacional va a sufrir más, crecerá el desempleo y habrá deslocalización empresarial, unos factores que S&P ha tenido en cuenta en su decisión", explicó Antón Luna.

En este sentido, Bernal cree que "la industria inglesa más afectada será la de los servicios financieros. De hecho, hay bancos que ya están buscando edificios en Dublín, ciudad que presenta ventajas en materia de idioma y de fiscalidad". Además, este analista económico cree que "La City puede ser una de las perjudicadas. No es que se vayan a desmontar los bancos, pero perfectamente pueden desplazar su backoffice o hacer cambios en figuras clave. De hecho, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) ya ha dicho clarísimamente que se va, porque no tiene sentido que permanezca en un país no europeo".

Ventajas para otras ciudades

Por su parte, López-Vilas opina que "Londres es un centro de importancia mundial y, si algo ha demostrado a lo largo de las últimas décadas, es que siempre ha salido con mucha solidez de los escenarios de crisis o recesión, porque es un polo de atracción incuestionable para inversiones de todo el mundo". En este sentido, Bonet explicó que esta ciudad "seguirá siendo un centro financiero aún fuera de la Unión, porque, de hecho, siempre ha mantenido una distancia prudencial con respecto al resto de la UE. Así, en estas negociaciones que se abrirán, este sector será prioritario para negociar".

Por su parte, el presidente del grupo Econocom en España añadió que "en términos de horarios para operar entre Asia, Europa y América, Londres siempre ha tenido una localización particularmente buena. Así, aunque la City no va a perder su posición, se verán reforzadas ciudades como París, Fráncfort o Dublín, ya que los grandes bancos tenderán a llevar parte de sus equipos a esos puntos".

De esta idea se extrae que, mientras que unos sólo ven problemas en el Brexit, hay países y sectores que pueden encontrar en esta situación una oportunidad. Así, tal y como afirmó Bernal, "la incertidumbre siempre es percibida como algo malo, mientras que estas situaciones tienen tanto aspectos positivos como negativos, según se gestione". En esta posición se ve López-Vilas, quien explicó que "en este escenario, nosotros podemos incluso ganar un ahorro adicional sobre el presupuesto de inversión que, evidentemente, se ha preparado con una cotización de libra distinto. Además, la ralentización del mercado en Londres puede darnos capacidad para negociar de forma más competitiva con proveedores y contratistas".

En lo que respecta al contexto político, Bonet cree que ?el Brexit puede darnos a los demás países miembros que quedamos la posibilidad de avanzar en la integración?.

De juntar todos estos factores surge una pregunta imprescindible para las compañías españolas: ¿Es buen momento para ir a Londres? En este sentido, todos los asistentes al Observatorion estuvieron de acuerdo en afirmar que esto dependerá de la situación interna de cada una. De este modo, Bonet cree que "lo que no tiene sentido es desandar el camino recorrido, por lo que las compañías españolas que se han desarrollado allí deben aguantar. Otra cosa distinta es que yo no recomendaría ahora comenzar allí desde cero, sino esperar y ver cómo se desarrollan los acontecimientos". A estas empresas que todavía no están en Reino Unido, Antón Luna les aconsejó "valorar las alternativas en los mercados más ligados históricamente a España, como México o Chile. O también Asia, donde nuestras pymes ya venden productos muy fuertes".

Por otro lado, este Observatorio se enmarca dentro de las actividades de comunicación que lleva a cabo el Grupo Econocom para poner en valor su posición de aliado estratégico en la transformación digital y en las soluciones de negocio para las empresas.

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