
En el madrileño barrio de Malasaña, en un pequeño local de la concurrida calle Espíritu Santo, acaba de abrir lo que podríamos considerar un negocio redondo: la primera tienda de polos artesanales de fruta natural de Madrid y una de las pocas que existen en España.
Con un verano de récords históricos de temperaturas, y sin más publicidad que la del boca a boca, este negocio sencillo y familiar puede estar facturando más de 1.000 euros al día, una cifra sin confirmación oficial por parte de las propietarias del local, pero a la que llegamos después de observar las continuas colas de clientes que se forman en su exterior y de ver que son 3 euros lo que se demanda por polo. Pese a que el precio por unidad pueda parecer elevado, lo más sorprendente es la casi unanimidad con la que se manifiestan sus clientes tras pagar lo que se pide y probar estos helados: "Merece la pena".
De tan sencilla como parece esta propuesta, puede resultar increíble que a nadie se le haya ocurrido antes montar algo similar en la capital de España o en otras muchas ciudades españolas. Hoy en día, cualquier persona algo viajada se habrá encontrado en el continente americano, por ejemplo, con gran variedad de ricas 'paletas' de frutas naturales que se ofrecen en muchos puestos callejeros de distintos países y ante las que es imposible no caer rendido.
Sin embargo, todo tiene un porqué, un tiempo y quizá también un lugar y el del inicio del 'boom' de estos polos artesanos ha tenido que ser ahora, cuando la fiebre por lo sano y natural, artesano y casero, ha dejado de ser moda para convertirse en mandamiento para cualquier urbanita que se precie.
Emprendedoras con una curiosa historia
Lolo's es el nombre de la pionera tienda de la que estamos hablando y la materialización como negocio de lo que había sido habitual en casa de las hermanas Khanbhai, Azmina y Ashrafa, una médico y una abogada de origen indio criadas en Tanzania.
En África fue donde su madre fabricaba helados con fruta natural con una receta que ellas han mejorado para comercializarla, una idea que les vino a la cabeza tras tener ellas sus propios hijos y decidir entonces dar un giro a sus respectivas carreras profesionales.
Modelo de negocio
En Lolo's sólo se ofrecen polos helados de forma totalmente artesanal que no contienen otra cosa que fruta fresca y saludable de temporada, sin colorantes, conservantes ni saborizantes artificiales.
Las combinaciones de frutas, casi infinitas y sorprendentes y creativas, en muchos casos, se preparan a diario y cambian día a día.
Como por muy buen producto que uno ofrezca, la imagen que lo acompaña es esencial para la venta, las Khanbhai no han descuidado este aspecto, encargando a profesionales del diseño y la arquitectura la imagen de su local, con un resultado tan natural como los mismos polos, a los que ellas llaman 'lolo's', de ahí el nombre del espacio y de su marca, en un movimiento de puro marketing.
Resultado de todos estos cuidados ha sido el éxito inmediato de una propuesta que acumula incontables devotos con sólo algo más de un mes de apertura y que, sin duda, huele a posible franquicia.
El único pero que se le puede poner a un negocio de estas características es una supuesta estacionalidad, handicap que las mentes inquietas de estas emprendedoras seguro que habrán tenido ya en cuenta.