
Cuando se apuesta por emprender, puede llegar un momento en el que necesitemos recurrir a la contratación de empleados. Sin embargo, para que los empleados sean realmente útiles, es necesario que realicen las funciones adecuadas y más útiles para la empresa.
Para ello, es imprescindible saber delegar. Y eso no pasa simplemente por transferir el trabajo a otros, sino que requiere saber involucrar al resto de trabajadores en la dinámica de la compañía, dejarles trabajar a gusto, e incluso que tomen sus propias decisiones. De lo contrario, la empresa no podrá crecer más que hasta donde abarque el propio emprendedor que quiere hacerlo todo.
Por ello, es imprescindible aprender a delegar, como indica el portal organizateya. Para ello existen una serie de características y requisitos que es imprescindible cumplir:
1. Elegir al personal adecuado
Antes de delegar, hay que saber en quien delegamos. Por eso es imprescindible contratar a las personas adecuadas para realizar las funciones que queremos que lleve a cabo, y asumir las responsabilidades que le vamos a otorgar. Debemos fijarnos en dos premisas: que la persona elegida sea la más capacitada para lograr los mejores resultados, o que sea una persona con gran capacidad de aprendizaje que podrá desarrollar sus habilidades gracias a la función que le otorguemos.
2. Informar correctamente
Es imprescindible dar toda la información que necesita la persona a la que se le va a delegar el trabajo, sin guardarse nada. Así, podrá visualizar más correctamente el trabajo que se necesita para obtener los resultados más deseados para la empresa.
3. Delegue completamente
Si se cede toda la responsabilidad a un trabajador, y se le otorga el trabajo completo relativo a un área, se sentirá más identificado con la tarea y sentirá como suyos sus logros, aunque la responsabilidad última, al final, recaiga en el propio emprendedor.
4. Delegue resultados
Cuando se delega, se cede una responsabilidad, no trabajo. Cuando se asigna un proyecto, hay que permitirle que tome sus propias iniciativas, siempre que logre los resultados deseados, que es lo que debe importar.
5. Diálogo
Deje hablar a la persona en la que delega, que participe en la discusión del proyecto y pueda hacer comentarios y sugerencias.
6. Fechas de revisión
En lugar de estar siempre encima del proyecto delegado ?o todo lo contrario, en lugar de abandonar totalmente el proyecto delegado-, lo más correcto es marcarse fechas periódicas para revisar el proceso en el que se encuentra el trabajo.
7. Aconsejar sin interferir
Debe estar disponible para resolver dudas concretas, y debe saber señalar los obstáculos que puede encontrarse el trabajador en el que delegamos.
8. Reconoce el trabajo
Delegue también el éxito logrado. Ceda al responsable del proyecto todo el crédito ganado por el mismo. En cambio, si no logra el objetivo, asuma la responsabilidad de fracaso.