Pymes y Emprendedores

Las empresas y el mundo animal

El público debe identificar las características del animal. Foto: Bloomberg
La elección de un buen logo para la empresa es imprescindible para transmitir una idea u otra. Un buen diseño refleja la identidad de la compañía y tiene una relevancia fundamental para alcanzar el éxito. Pero ¿cómo saber si el diseño del logo es apropiado o no?

Lo que vulgarmente se conoce como logo no sólo son las letras o mensaje verbal sino que también incluye el icono, dibujo o esquema que identifica la marca.

Frank Hemelsdorff es miembro fundador de la Asociación de Diseñadores de Madrid y un gurú del diseño. En su opinión un buen logo debe transmitir "confianza en la marca" y lo asemejea con un cheque sin firmar: "Si una empresa no tiene logo que la identifique no sirve de nada", aclara.

Un animal como logo

Son muchas las compañías que actualmente se decantan por adjuntar junto al nombre un símbolo y sobre todo el dibujo o silueta de un animal. "La utilización de animales con fines simbólicos es tan antigua como la humanidad; suelen representar valores absolutos como la fuerza, la inteligencia o la rapidez que las empresas quieren utilizar para sí mismas. ¿Cómo expresarías un concepto como fuerza de la manera más rápida, con una sola imagen? la respuestas es con un león", declara Ismael López Medel, profesor de diseño del departamento de Publicidad de la universidad San Pablo CEU.

Pero todo logo y animal tiene intrínsicamente unido tanto unos valores positivos como negativos. "El problema de los animales es el mismo que el de las personas, algunos pueden tener asociados aspectos negativos por ejemplo, los insectos, arañas y demás", puntualiza López Medel.

Identificar las características del animal

El problema que se plantea a la hora de elegir un animal como logo es que aunque éste tenga características importantes y positivas, si el público no las identifica, el mensaje falla. "En la elección del animal pesa más el conocimiento del público que el valor del animal en sí. Es decir, una garrapata es más ágil que un águila, pero la gente no identificaría su silueta tan rápidamente", añade el profesor. Y quizá esto sea lo que propicie que los animales más utilizados sean "las águilas, los osos, los leones así como todos los varios", aclara el profesor.

Existen sectores, en opinión de Frank Hemelsdorff, que son más proclives para poner un símbolo animal que otros. "La competitividad de los bancos y las cajas ha hecho que desarrollen un logo que les identifique. Por ejemplo "el oso de Caja Madrid simboliza a la capital, a su famoso oso y madroño, mientras que el tigre de Peugeot es un animal que transmite fuerza y poder", comenta Hemelsdorff.

Por su parte, desde ING Direct señalan "que el origen de su logo y de la identidad corporativa del león, así como el color naranja de la empresa, es por la casa Real Holandesa. El escudo tiene dos leones y el color del país es el naranja".

Olores y música que identifican

Son muchas las empresas y cadenas de tiendas que no sólo transmiten una sensación con el diseño de su imagen. "Ahora se entiende por logo mucho más que hace años; se elige una misma música para los centros o incluso el mismo olor para que el usuario inconscientemente lo identifique todo con la marca", declara Hemelsdorff.

Un buen diseño del logo es imprescindible para que un consumidor se decida por un producto u otro "tan sólo son tres segundos los que el consumidor tarda en elegir un embase", comenta el experto.

Y es que esta imagen de marca para consolidarse en el mercado debe permanecer intacta entre "cinco y ocho años". "Animales como el caballo pegaso transmiten fuerza, ímpetu; por su parte el cocodrilo de Lacoste es un símbolo más emocional que racional ya que cuando te quieres comprar una camisa pides directamente la del cocodrilo", señala Hemelsdorff.

Podemos por tanto resumir en tres características la buena elección del logo: "Simple, legibilidad y capacidad de adaptación. En una cultura visual tan saturada como la nuestra, un logotipo necesita ser impactante y diferente, algo que generalmente se consigue simplificando", señala López Medel y puntualiza que no hay que olvidar "que el logo no deja de ser la punta del iceberg, una parte más de la comunicación corporativa de la empresa. Debe funcionar bien tanto en una hoja de fax, en un bolígrafo promocional o en una lona cubriendo un edificio". Y es que el logo también debe adaptarse a las nuevas tecnologías.

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