Pymes y Emprendedores

La más seria en su papel: la nieta del taxista

En la imagen, Letizia Ortiz. Foto: Efe.

Yo, que a veces reniego de la vida que llevo, confieso que hay mujeres en cuyos pellejos no quiero reencarnarme. Nunca.

Pienso en la Reina Sofía y en el papelón que le está tocando desempeñar. ¿Sólo estos días? No, todos estos años. Esa pérdida de privacidad, ese control de las emociones no va conmigo. Probablemente tampoco con muchos de ustedes. Esa profesionalidad de la que se enorgullecía hace años su marido a mí me puso los pelos de punta. ¿Le gustaría que su pareja destacara eso como una de sus principales virtudes? Claro que yo no soy reina, ni siquiera de mi casa.

Letizia. Aún recuerdo cuando, pocos meses antes del anuncio de su compromiso con el heredero, estaba detrás de mí en la fila para entrar en un cine. Con cubo de palomitas en la mano, yo sólo me fijé en que detrás de mí estaba "la guapa de los informativos" (ya ven lo simple que soy en mis definiciones). Cuando la vi por la tele, entre las primeras cosas que pensé fue: "Pobre, se le acabó eso de ir al cine cuando y con quien quiera".

El asunto elefante ha terminado de abrir una puerta que se mantenía entreabierta con algunos de los últimos acontecimientos que ha protagonizado la familia real: ictus cerebral, cese temporal, ¿por qué no te callas?, retoques estéticos, sucesión a la corona... Pero lo de ahora ha sido el remate. Escucho a algunos que saben mucho más que yo y nos echan la culpa a la prensa, permisiva hasta extremos de empacho. No les quito razón. También hemos mantenido ese mismo tono con jequesas y compañía y miren lo que pasa en sus países.

Al final, en otro argumento simplista que manejo como nadie, veo cosas buenas en todo esto. El mea culpa entonado por el Rey tiene mucho de cambio, me gusta que lo haya hecho y me pregunto por qué no lo han hecho muchos de los gestores públicos de este país (recuerden la envalentonada entrevista de Camps en Telva). Y me gusta que la que mejor está manejando su papel es a la que más se vilipendió frente a sus cuñados. La que venía de nuevas. La nieta del taxista. Rancios que son algunos.

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