Pymes y Emprendedores

¿Busca avalista para su pyme? Encuéntrelo en la garantía recíproca

  • Las SGR concedieron más de 1.700 millones en avales en 2010 a pequeñas empresas

Antes de la crisis, el término Sociedad de Garantía Recíproca era desconocido entre las pymes españolas. Sin embargo, en los últimos años ha ido adquiriendo peso y notoriedad, hasta el punto de que ya no sólo se trata de un instrumento con una presencia cada vez mayor, sino que para muchas pymes estas entidades se han convertido en una tabla de salvación para no tener que cerrar su negocio.

La razón está en la crisis crediticia. Durante los años de bonanza el crédito bancario fluía con soltura hacia las pymes y emprendedores, por lo que éstos no necesitaban buscar vías alternativas de financiación. Sin embargo, a medida que comenzaron las restricciones y se endurecieron las condiciones exigidas por bancos y cajas a la hora de solicitar un crédito o una línea de descuento, la necesidad de encontrar nuevas fórmulas de acceso a la financiación aumentó. Es lo que se conoce como el efecto grifo cerrado que muchas empresas y asociaciones empresariales achacan a las entidades financieras. Y ahí fue donde entraron en juego las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR).

El Consejo Superior de Cámaras de Comercio elabora desde enero de 2009 una encuesta trimestral entre las pymes para pulsar el estado en que se encuentra el flujo crediticio hacia las pequeñas y medianas empresas. Su última edición, correspondiente al período abril-junio de 2011, refleja que casi nueve de cada diez pymes han encontrado algún tipo de problema a la hora de solicitar un crédito. De forma paralela también refleja cómo, ante esta tesitura, son cada vez más las que deciden llamar a la puerta de las SGR.

De acuerdo con la evolución reflejada en la misma encuesta, mientras en enero de 2009 las pymes que acudían a una SGR apenas representaban el 2,5%, en junio de este año ya superaban el 11%.

Cuántas hay y dónde están

En España, algunas SGR llevan operando más de 30 años en nuestro país. Otras se han incorporado al mercado recientemente. La mayoría se integran en Cesgar, el organismo que representa a este sector desde su fundación en 1980, con el objeto social de asumir las funciones de coordinación, cooperación, defensa y representación de los intereses de las 23 Sociedades de Garantía Recíproca existentes en España.

Estas 20 se distribuyen de la siguiente forma: 20 tienen un carácter regional o interprovincial, y otras 3 realizan su actividad de forma sectorial en el conjunto del territorio español. Estas tres últimas son Transaval (especializada en el sector de la logística y el transporte), Finanzas y Servicios Financieros (para el sector del juego y los casinos) y Audiovisual Aval (dentro del sector audiovisual).

Las veinte restantes tienen representación en todas las Comunidades Autónomas de España y tienen un carácter multisectorial, lo que abre su abanico de servicios a pymes de toda condición.

El porqué de su auge

Entre enero de 2009 y junio de 2011 el número de pymes que ha acudido a una SGR en busca de financiación ha aumentado un 440 por ciento, de acuerdo con los datos de las Cámaras de Comercio. ¿Por qué? Sencillamente, porque a través de las SGR las pequeñas y medianas empresas pueden resolver una de las principales barreras de acceso a un crédito bancario: los avales y garantías.

De hecho, las SGR funcionan como avalistas de las pymes ante las entidades financieras a través de dos líneas de producto principales. Por un lado se encuentran los avales financieros, esto es, el capital exigido para poder disponer de un préstamo, una línea de crédito o un leasing. Cada SGR establece convenios con los diferentes bancos para poder ofrecer a sus asociados (pymes y autónomos fundamentalmente) este tipo de productos en condiciones preferentes, bien sea con intereses bancarios inferiores a los del mercado, períodos de amortización o carencia más largos, o comisiones más reducidas.

Por otro lado, las SGR también facilitan avales técnicos. En este caso el servicio que ofrecen es una garantía ante terceros, como la Administración pública o Hacienda. Algunas de ellas incluso han establecido convenios vinculantes para ofertar financiación bonificada a sus asociados.

Según datos facilitados por Cesgar, entre todas las sociedades de garantía recíproca aportaron el año pasado 1.760 millones de euros en avales a 106.080 pymes y autónomos, a una media de 16.591 euros por cada una de las operaciones formalizadas. Más del 90 por ciento de las mismas fueron a parar a compañías de menos de 50 empleados. Tomando como referencia los datos relativos a la actividad acumulada por las distintas SGR a lo largo de su vida operativa, en el conjunto de la economía española, sus actividades han representado un montante superior a los 23.500 millones de euros (ver desglose en la tabla adjunta), con SGR Comunitat Valencia a la cabeza (más de 6.000 millones en avales concedidos) y Aval CLM como la última en incorporarse a este modelo. Esta entidad, adscrita a Cesgar desde el año pasado, sólo formalizó dos operaciones durante 2010 por un montante de 180.000 euros.

Además, el pasado mes de junio firmó su primer convenio de colaboración con Cajasol para facilitar financiación a las pequeñas y medianas empresas y autónomos regionales en condiciones preferenciales.

Las más activas

¿Cuáles son las SGR más activas por volumen de operaciones y avales concedidos? Atendiendo a los datos de actividad global facilitados por las distintas sociedades y por la Confederación Española de SGR, Cesgar, las entidades de Andalucía, Valencia, Madrid, País Vasco, Navarra, Castilla y León y La Rioja son las que cuentan con una mayor actividad.

Elkargi, que dirige su ámbito de actuación hacia las pymes de País Vasco y Navarra, concedió en 2010 358 millones de euros en avales y al cierre del mismo año contaba con 11.494 empresas asociadas. Avalmadrid, la Sociedad de Garantía Recíproca de la Comunidad de Madrid, movilizó más de 330 millones de euros, mientras que SGR Comunitat Valenciana facilitó financiación por un valor de 275 millones a sus asociados.

Requisitos mínimos

Las Sociedades de Garantía Recíproca tienen un funcionamiento de club, en el sentido de que, para beneficiarse de sus líneas de financiación, es necesario estar asociado. Existen dos tipos de socios. De un lado están los socios partícipes, integrados fundamentalmente por las pequeñas y medianas empresas y los autónomos que son los beneficiaros del aval. La condición de socio partícipe se adquiere suscribiendo una cuota social que es recuperable una vez pasado un período de tiempo establecido. En el caso de Elkargi, por ejemplo, la cantidad que hay que aportar es de 480 euros.

Por otro lado se encuentran los denomiados socios protectores. Se trata fundamentalmente de instituciones públicas, privadas y mixtas que ofrecen recursos propios a las SGR para mejorar su solvencia. En la mayoría de las SGR son las Administraciones Públicas, Cámaras de Comercio, asociaciones y entidades de crédito quienes conforman este espectro de socios.

¿Y cómo valoran las Sociedades de Garantía Recíproca a qué pyme, autónomo o emprendedor se le concede el aval con el que solicitar la financiación que necesita para su proyecto? Una vez cumplidos los requisitos mínimos, es necesario presentar un proyecto en el que se indique la finalidad del dinero solicitado, junto con toda la documentación requerida para realizar un análisis de riesgo. Es la propia SGR quien juzga la viabilidad de los proyectos sin exigir garantías materiales ni personales a los solicitantes.

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