Menos de la mitad de las pymes cuentan con una estrategia de desarrollo sostenible que les permita valorar y reducir el impacto de su actividad económica en su entorno.
MADRID. Menos de la mitad de las pymes cuentan con una estrategia de desarrollo sostenible que les permita valorar y reducir el impacto de su actividad económica en su entorno. La conclusión se desprende de un estudio realizado por el área de Cambio Climático y Sostenibilidad de Kpmg.
Es un dato que pone de manifiesto cómo la pequeña y mediana empresa aún no es consciente de la repercusión que tendría para su negocio apostar por conceptos como el ahorro energético o la reducción de la huella de carbono. Así, mientras dos de cada tres grandes compañías disponen ya de una estrategia de crecimiento sostenible, este indíce apenas llega al 50 por ciento en el caso de las más pequeñas.
El estudio identificó tres barreras principales a la hora de desarrollar estrategias de sostenibilidad corporativas que aporten valor a la empresa. La primera guarda relación con los sistemas para valorar y analizar el impacto de los programas de sostenibilidad. La segunda es la poca disponibilidad de financiación para acometer tales planes, y la tercera es la falta de un marco regulatorio internacional claro y riguroso.
