Pymes y Emprendedores

La industria de control de plagas 'fumiga' la crisis e ingresa un 11% más

  • España es el quinto país de la Unión Europea con más peso en el sector por facturación
Imagen de Getty.

Las empresas de control de plagas están de enhorabuena. El sector facturó más de 2.700 millones de euros en Europa en 2009, un 11% más que el año anterior. En España se dedican a esta actividad más de 1.400 empresas, que el año pasado facturaron cerca de 200 millones -también un 11% más- lo que sitúa a este país como el quinto europeo por ingresos. Ya en 2008 ocupó esa posición.

El sector da trabajo a cerca de 5.500 profesionales, tal y como revela el último estudio publicado por Anecpla (Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas) sobre la industria de los servicios biocidas.

La mayoría de las compañías del sector son de pequeño tamaño. "Todas nuestras empresas (el 96% de ellas) son pymes o micropymes", explica Milagros Fernández Lezeta, directora general de Anecpla. Pero... ¿por qué ellas no han notado la crisis?

Un sector diversificado

"En general, el sector está muy diversificado y no tenemos tantos problemas, aunque sí estamos sufriendo más retrasos en los pagos", comenta la directora general, que añade que "este problema, que genera problemas de liquidez, se acentúa en el caso de las administraciones". La empresa Plagastop Sanidad Ambiental es ejemplo de que las vacas flacas pasan de largo para algunos: "La facturación es algo superior a la del año anterior", asegura Raúl Codonal, gerente de esta pyme aragonesa. Sin embargo, Codonal también sufre los problemas de pago en determinadas Administraciones. "Hay un alto nivel de impagados", señala.

También hay quien está pasándolo mal, como la pyme andaluza Tecniplag, que este año está notando un descenso en sus cifras. "Cuando hay que recortar gastos, muchos clientes empiezan por este sector", dice Jorge Fosela, uno de los gerentes de la compañía. Fosela añade que, ahora, "cuando los clientes llaman te indican el dinero que pueden pagar", dice. "Nuestra filosofía de trabajo es muy diferente. Primero acudimos a la empresa para conocer el problema. A partir de ese momento podemos establecer un presupuesto aproximado", comenta.

Higiene y prevención

Restos de roedores, cucarachas... la forma de evitarlos no es otra que un correcto control de las plagas urbanas. "Todos estos organismos son nocivos para la salud pública porque pueden transmitir enfermedades y llegar a contaminar nuestro entorno", explica Milagros Fernández.

Pero no sólo pueden generar problemas sanitarios y psicológicos en los empleados de la compañía que los sufre, sino que también provocan importantes daños económicos en la infraestructura. Por ejemplo, un edificio construido con estructuras de madera puede llegar a desplomarse por efecto de las termitas, si no hay un previo control de plagas.

Además, de acuerdo con un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen muchos problemas de asma y alergias causados por las cucarachas. Por ello, es recomendable un estudio previo para conocer los problemas y el tratamiento que se precisa.

Cuidado con la imagen

Por otro lado, Raúl Codonal indica que entre las principales consecuencias que provoca el escaso control de plagas se encuentra el deterioro de la imagen de marca. La empresa afectada por una plaga pierde valor de forma progresiva entre sus clientes y en los propios trabajadores, que observan el desinterés de sus directivos. "Es fundamental realizar una limpieza de forma regular porque, de no hacerlo, se puede poner en peligro la salud de muchas personas", explica el gerente de la compañía aragonesa. Tal como afirma Codonal, la periodicidad es muy importante, "y debe estar vinculada al material utilizado en el control", dice. No todos los materiales tienen la misma duración.

¿Cuáles son las medidas que deberían tomar las empresas si quieren tener un apto control y, por consiguiente, un ambiente de trabajo saludable? Según comenta la directora general de Anecpla, "lo primero que hay que hacer es buscar un profesional del sector que esté inscrito en el Registro Oficial de Servicios Biocidas de su comunidad".

Además, los productos deben estar aprobados por el Ministerio de Sanidad, los técnicos necesitan un carné especial (que acredita que han seguido un curso de formación), mientras que la pyme precisa un seguro de seguridad civil.

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