Pymes y Emprendedores

Más allá del fijo o temporal: ¿qué contrato se ajusta mejor a mi pyme?

  • Los expertos recomiendan calcular los costes de amortización y estudiar las bonificaciones

Indefinido, de fijos-discontinuos, de formación, de prácticas, a tiempo parcial, de interinidad, por otra o servicio, de relevo, de trabajo en grupo, del programa de fomento del empleo... La tipología de contratos que existe en el mercado español es amplia y variada. Los incentivos, bonificaciones y limitaciones que les rodean también.

"Lo que pasa es que muchas empresas no son conscientes de estas posibilidades, porque no se detienen a pensa qué es lo que verdaderamente necesitan", valora Jonatan Molano, asociado de Cuatrecasas, un gabinete con una amplia experiencia en el marco laboral.

"La tipología es amplia y los contratos de fomento del empleo abarcan a tantos colectivos que sería difícil no encontrar un tipo de contrato que encaje con lo que necesitas", añade. ¿Y cómo se mide cuál encaja mejor en la pyme?

Cuestión de plazos

Un primer vistazo clasifica los contratos laborales entre temporales o indefinidos, en función de la duración que tengan. "Pero es un error plantear un alta laboral en esos términos. Hay que ir más allá", explica Molano, fundamentalmente porque dentro de cada uno de éstos se extienden múltiples modalidades.

"Por la actual situación económica, lo más recomendable es la contratación temporal", añade Maite Roa, asesora jurídica del grupo Adecco, quien también considera que "las pymes no son conscientes de las diferentes modalidades de contratación que hay".

Por ejemplo, para quien apueste por la temporalidad como medida para evitar un mayor coste por despido, "existe el contrato de fomento para la contratación indefinida, que tiene una indemnización de 33 días por año, en lugar de 45 días", sentencia Roa.

Bonificaciones

Calcular los costes por finalización de la relación laboral es uno de los puntos básicos a la hora de seleccionar a qué tipo de contrato acogerse. Aquí la temporalidad puede llevar a engaños. Como explica Molano, "el coste de la extinción de un contrato temporal puede ser mayor al de otro de duración indefinida".

¿Por qué? Porque también hay que calcular las bonificaciones que una pyme puede obtener acogiéndose a las diferentes posiblidades que le ofrece la legislación. "Si se hace un cómputo global, a veces los beneficios de una contratación indefinida son mayores", añade.

Sin embargo, tampoco conviene dejarse seducir por los incentivos. En primer lugar, "porque un contrato es una herramienta que utiliza la empresa y, como tal, se debe usar para las necesidades reales que tengas".

Por otro, Roa añade que "en muy pocos casos esas bonificaciones se prolongan durante toda la vigencia del contrato. Sólo durante unos cuantos años, no más allá de cuatro. Eso hace que en muchos casos no sean suficientemente atractivas".

Mujeres

En el capítulo de las bonificaciones e incentivos, la contratación indefinida ofrece múltiples opciones, especialmente en lo que respecta a aquellos contratos acogidos al Programa de Fomento del Empleo.

"Casi las únicas personas por las que no se reciben bonificaciones son los varones de 31 a 44 años, porque para casi todos los colectivos hay incentivos", dice Molano.

Uno de los más incentivados son las mujeres. Por ejemplo, contratar una mujer desempleada conlleva una bonificación de 850 euros al año durante cuatro años. Esta cuantía se eleva a 1.200 euros en el caso de que la trabajadora haya sido contratada después de 5 años de inactividad laboral o en los 24 meses siguientes al parto.

Mayores

La contratación indefinida de un desempleado mayor de 45 años también conlleva una bonificación de 1.200 euros anuales durante todo el período en que el contrato esté vigente.

Si se trata de una contratación temporal, la bonificación es del 50% de la cuota empresarial por contingencias comunes durante un año para mayores de 52 años.

Incentivos desaprovechados

Los jóvenes de 16 a 30 años también entran en las partidas de bonificaciones, al igual que los minusválidos o personas consideradas en situación especial, como víctimas de violencia doméstica o desempleados con responsabilidades familiares, tanto en lo que respecta a contratos indefinidos como temporales. "Hay muchos incentivos a la contratación, pero es algo que no está suficientemente aprovechado por las empresas", dice Molano.

Un factor que explica esta situación es el denominado coste laboral por indemnización de despido, que según datos del INE se ha duplicado en España. "Por eso los modelos de contratación tendrían que revisarse en la nueva reforma laboral", añade Roa, "para flexibilizar la creación de empleo".

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