El Instituto de la Mujer pide a la firma de moda que retire la publicidad porque "incita a la violencia contra las mujeres".
Es sólo una secuencia, pero probablemente la menos afortunada de cuantas se ven en la publicidad televisiva: un hombre sujeta por las muñecas a una mujer postrada en el suelo mientras otros cuatro contemplan la escena.
Forma parte de uno de los últimos anuncios de Dolce & Gabanna. La firma de moda, que siempre trata de ser trasgresora en sus campañas publicitarias, ha logrado, con ésta última, llevarla hasta la polémica.
Retirada inmediata
El Observatorio de la Imagen de las Mujeres del Instituto de la Mujer solicitó ayer a la compañía italiana "la retirada inmediata, en España" de este spot ya que, según el organismo, "se muestra una imagen que incita a la violencia contra las mujeres".
Poco después, los Verdes y la organización de consumidores Facua se sumaban a la petición. elEconomista trató de ponerse en contacto con la acusada sin éxito.
"De la imagen de dicho anuncio puede deducirse que es admisible la utilización de la fuerza como un medio de imponerse sobre las mujeres, reforzada por la actitud pasiva y de complicidad de los hombres que observan la escena", aseguran desde este organismo dependiente del ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Publicidad ilícita
También añade que "una campaña de estas características en el contexto social en el que vivimos en el que, desgraciadamente, la violencia hacia las mujeres continua siendo una realidad constante, supone el refuerzo de actitudes que hoy día son un delito, atentan contra los derechos de las mujeres y denigran su imagen".
Y concluye: "En nada favorece al trabajo realizado durante muchos años para conseguir la igualdad con los hombres".
Tal y como queda establecido en la Disposición Adicional Sexta de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género -que hace referencia a los anuncios que presentan a las mujeres de forma vejatoria-, este tipo de publicidad es ilícita siempre que se utilice en particular y directamente el cuerpo de la mujer o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se comercializa.
El Instituto de la Mujer también ha pedido a los medios de comunicación que no acepten este tipo de publicidad.