En el Hoxton, el que reserva antes habitación se queda con la oferta. Los ejecutivos de Londres lo han puesto de moda.
El Hoxton es el hotel de los ejecutivos de la City, construido y pensado hasta el último detalle para los negocios. Está situado en uno de los bordes del barrio financiero de Londres, en Old Street, y allí los ejecutivos encuentran todo lo que les hace falta.
Pese a estar situado en el barrio en el que se mueve más dinero del mundo, es uno de los hoteles más baratos de Londres. Podríamos decir que es como el Ryanair hotelero, con los mejores precios para los que reserven las habitaciones con mayor antelación.
Se pueden hacer reservas desde una libra (1,5 euros) la más barata, hasta 29 libras (44 euros), 39 libras (59 euros)… así hasta las 200 habitaciones. La más cara cuesta 149 libras (226 euros), y es el tope, aunque no se trata de una suite sino que es la misma por la que otros han pagado una libra, pero que han reservado antes.
"Pagar 150 libras [el precio de la habitación más cara] sigue siendo una ganga en Londres por un hotel de lujo como éste", explica a elEconomista Sinclair Beecham, su propietario. "A diferencia de lo que muchos creen, buena parte de la gente de negocios de la City busca precios económicos, hoteles prácticos con todo lo necesario para hacer negocios, sin cargos innecesarios".
Sencillas pero lujosas
En el Hoxton no hay suites, ni habitaciones ejecutivas, ni dobles. Todas las habitaciones son iguales. No son muy grandes pero tienen lo básico: una cama doble, un escritorio, una pantalla de televisión de plasma y un enorme ventanal por el que entra mucha luz. La iluminación es cálida, los colores relajantes, es silenciosa, y las ventanas no dan a la calle sino a patios y jardines interiores.
Estas habitaciones se pueden alquilar también durante el día, de 10:00 a 16:00, por 19 libras (unos 28 euros). "Muchos ejecutivos lo único que quieren, entre reunión y reunión, es descansar un poco, o darse una ducha, o simplemente están buscando una oficina en Londres donde hacer reuniones".
Entonces, si eliminamos todo esto, ¿qué queda? ¿Dónde está el negocio? "En las habitaciones", dice Beecham, también cofundador de la cadena de sandwicherías Pret a Manger. "Mi negocio es alquilar habitaciones; todo lo demás, el agua, los cereales, el café en las habitaciones, esto no me cuesta casi nada y en el resto de hoteles cobran una exageración por ello".
Fuertes en servicio
Pese a ser un hotel de bajo coste, uno de sus puntos fuertes es el servicio, formado por 28 personas dedicadas exclusivamente a las habitaciones y salas de reuniones. Su vestuario también es diferente. Visten tejanos y camisa a rallas, sin corbatas ni rígidos uniformes.
A las cinco de la tarde, el movimiento es constante. Es la hora a la que cierran las oficinas en la City y el hotel se está llenando. El vestíbulo y el bar se han convertido en punto de reunión tanto para clientes como para no clientes. Aunque tan sólo hace cuatro meses que lo inauguraron, el hotel se ha puesto de moda.
Algunos sólo se sientan en las mesas con el portátil y el móvil sonando, improvisando una oficina, y allí se citan con clientes. Pueden usar Internet el tiempo que quieran. Nadie les cobrará nada.