Hoy podemos afirmar, sin riesgos de equivocarnos, que España está viviendo un momento histórico, sin precedentes, en relación a la apertura exterior de nuestras empresas. Cada día más y más empresas, encuentran su espacio en los mercados internacionales donde crecer de forma rentable, al menos ese es el objetivo.
Nuestras PYMES, están experimentando una trasformación profunda en sus estrategias de crecimiento, donde el sector exterior es cada día más importante en sus cuentas de resultados. Las medianas y grandes empresas españolas, se están convirtiendo en auténticos gigantes internacionales que siguen triunfando y en determinados sectores, estamos ocupando las primeras posiciones del liderazgo empresarial mundial.
No obstante, se produce una gran asimetría en la Gestión Financiera de la PYME frente a la mediana y gran empresa, que tiene enormes repercusiones en la viabilidad de futuros proyectos internacionales. Estas últimas (medianas y grandes) llevan años de ventaja y experiencia en la gestión financiera de sus negocios internacionales. Han tenido que experimentar en sus inicios, una profunda trasformación y cambio en las formas de gestionar sus recursos, finanzas, mercados, aprovisionamiento, talento humano etc. para adaptarse al mercado global.
Concretando en el ámbito financiero, que es el que ahora nos ocupa, la PYME española debe hacer un esfuerzo importante para adaptar su gestión financiera al nuevo enfoque estratégico de internacionalización que está experimentado. Ello va a suponer, e incluso ya supone, la incorporación al Área Financiera de nuevo talento profesional más especializados, flexibles, con vocación internacional y formados en técnicas y herramientas financieras más sofisticadas que las que se estaban utilizando hasta hace muy poco tiempo. Debe tener capacidad de relacionarse con profesionales, clientes, proveedores, entidades financieras etc. de otros países y culturas.
Adicionalmente al nuevo talento, la PYME en especial, debe realizar un intenso proceso de modernización, actualización y reciclaje similar al que en su día tuvieron que realizar las grandes compañías.
El Cash Pooling puede definirse como un sistema por el cual en una empresa o grupo de sociedades con diferentes cuentas bancarias, localiza los saldos de las mismas en una única cuenta para obtener una posición consolidada, tanto en saldos de en cuenta corriente, como de consumo de crédito. Se busca conseguir la optimización de los recursos financieros, la reducción de costes, un mayor poder negociador del precio de los servicios financieros, economías de escala y una gestión de Tesorería más especializada.
En los años 90 los sistemas de Cash Pooling empezaron a posicionarse como una herramienta de gran ayuda a los CFO y Tesoreros de las empresas, que permitían la centralización de fondos y saldos ociosos (Zero Balancing), pero estaban enfocadas en el mercado doméstico.
Con la implantación del Euro, surgen nuevas oportunidades y necesidades originadas por la libre circulación de monedas en la zona Euro. La implantación de Euro ha facilitado la centralización de la Tesorería de manera muy efectiva al eliminar el coste y riesgo de la gestión de divisas dentro de la Unión Europea. Por otra parte, el Área Única de Pagos en Euros (SEPA) ha supuesto un avance notable en la operativa bancaria de pagos, al unificar formatos de trasferencias, adeudo, tarjetas de debito y crédito.
Las empresas llegan a adaptarse al cambio a través de la gestión global de la Tesorería para lo cual requieren de herramientas de Cash Pooling a nivel internacional.
Durante los últimos años, como consecuencia de la dura crisis económica y financiera que hemos vivido en España, muchas empresas se han lanzado al exterior, y no solamente a los mercados de la zona Euro. Han empezado a exportar de formas creciente, año tras año, buscando nuevas oportunidades comerciales en aquellos mercados más idóneos para sus productos y servicios, allá donde existiera demanda. A la vez, las medianas y grandes compañías se han consolidado en los mercados internacionales mediante la inversión directa a través de compra-venta de negocios o inversiones productivas en terceros países.
Esta nueva realidad obliga a muchas empresas, que han pasado de ser locales a multinacionales, a abordar la gestión financiera desde una nueva perspectiva más global, en la que conviven las nuevas oportunidades de crecimiento con nuevos riesgos y retos organizativos de gran calado en el Área Financiera.
Así pues, el Cash Pooling, el Sistema de gestión de Tesorería Global, es un sistema del que la empresa de hoy no puede prescindir en su día a día. No hay alternativa: innovar o morir.
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