
La entidad dirigida por Manuel Menéndez trabaja para unificar sus servicios centrales en un complejo adquirido a la Sareb al norte de la capital, en la zona de Fuente de la Mora, que alberga las sedes de empresas como Aviva, AXA, el BOE y próxima a la nueva Ciudad Financiera de BBVA o el inmueble de Caser.
La nueva base se compone de dos edificios simétricos de ocho plantas conectados por una superficie total superior a los 13.000 metros cuadrados. Una parte de los inmuebles se encuentra ocupada por varias compañías en régimen de alquiler, cuya reubicación ha iniciado en zonas conexas para establecerse en las instalaciones libres sobrantes, superiores a los 8.000 metros cuadrados. El complejo, cuya inversión no ha transcendido, fue transferido al banco malo por otra entidad distinta a Liberbank.
Los problemas de espacio empujaron la búsqueda del complejo, al que trasladará el grueso del personal de servicios centrales -unos 300 ó 400 trabajadores de acuerdo a cálculos sindicales-, hoy disperso en, al menos, cuatro edificios.
Liberbank tiene en propiedad, heredado de la antigua CCM, un pequeño edificio en la céntrica Carrera de San Jerónimo, a un paso del Congreso de los Diputados; y otros inmuebles en alquiler, ante la imposibilidad de alojar todo el personal y recursos en su interior.
Ahorro de rentas
Con esta decisión se ahorrará las rentas y deja prácticamente asentada la reorganización de servicios centrales recibidos de las cajas que crearon Liberbank con su fusión -el Grupo Cajastur, que incluye CCM; Caja de Extremadura y Caja de Cantabria-. El grupo aloja la sede con mayores recursos y personal en Madrid, y mantiene divisiones menores en Oviedo, Cáceres, Cuenca, Toledo y Santander; frente a las tres o cuatro que aportaron individualmente cada caja al integrarse.
La unificación de servicios centrales contribuye a la búsqueda de la eficiencia y rentabilidad perseguida por la banca. El Santander fue uno de los pioneros con el traslado de unos 5.000 empleados en 2004 a su Ciudad Financiera en la localidad de Boadilla. Más recientemente le secundó BBVA (unos 6.500 empleados trabajarán en el edificio La Vela en las Tablas), el Sabadell (alojó unos 400 empleados en la antigua sede de Vodafone de Alcobendas) y el Banco Popular ubica 1.600 empleados en un edificio próximo al Campo de las Naciones.
El traslado es paralelo a la unificación de marca. El logotipo de las antiguas cajas dejará paso al nombre Liberbank en la rotulación de sus 1.045 sucursales antes de la primavera del próximo año.