
Aviones de Israel bombardean el viernes Beirut y el este de Líbano en una guerra cada vez más sangrienta contra Hezbolá que dura ya 10 días, pero el grupo guerrillero insistió en que solo liberaría a los dos soldados israelíes que tiene capturados como parte de un intercambio de prisioneros.
Mientras continuaba la evacuación de miles de extranjeros de Beirut, cuatro soldados israelíes murieron en unos encarnizados combates librados con militantes de Hezbolá dentro de Líbano el jueves, dijo Radio Israel.
Israel confirmó la muerte de dos de sus efectivos en los enfrentamientos y dijo que dos de sus helicópteros colisionaron cerca de la frontera libanesa, causando la muerte de un piloto y heridas a tres miembros de la tripulación.
Hezbolá dijo que perdió a dos de sus combatientes en los choques, registrados dentro de Líbano y cerca de donde el grupo chií mató a dos soldados israelíes el miércoles.
Tropas de élite israelíes han estado lanzando ataques a pequeña escala en Líbano para intentar detener el lanzamiento de cohetes hacia el estado judío por parte de Hezbolá.
Israel, que también está librando desde hace tres semanas una campaña militar en Gaza, empezó su asalto después de que Hezbolá capturara a dos soldados y matara a otros ocho en un ataque transfronterizo el 12 de julio.
La ofensiva ha matado al menos a 312 personas en Líbano, en su gran mayoría civiles, y ha desplazado a medio millón. Treinta y dos soldados y civiles israelíes han muerto.
Aviones israelíes bombardearon hacia el amanecer del viernes un barrio del sur de Beirut y objetivos en el Valle de la Bekaa, en el este del país, ambos bastiones de Hezbolá, sin que por el momento se conociera si los ataques causaron víctimas.
Estados Unidos, que no ha ejercido ninguna presión pública sobre Israel para un alto el fuego, dijo que la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, podría viajar a Oriente Medio la próxima semana para tratar de lograr una solución política.
El líder del Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, dijo a la televisión Al Yazira en una entrevista que ninguna clase de presión internacional desviaría al grupo guerrillero de su demanda de que el estado judío acceda a un intercambio de prisioneros.