
El sustituto del yeso en la construcción: mayor impermeabilidad, aislamiento térmico y fácil de instalar
El yeso laminado, tal y como lo conocemos, ha sido un material empleado para la construcción durante muchos años. Este material, compuesto por láminas de yeso y revesito de celulosa, contiene múltiples características, como un precio reducido, facilidad en su instalación y una gran versatilidad. Se trata de un material de construcción muy ligero, que resiste al fuego y se puede utilizar para muchos fines: dividir espacios, crear techos o 'falsos techos' suspendidos o revestir paredes. En la actualidad, con el gran número de materiales que aparecen diariamente, comienzan a aparecer muchas alternativas en el mercado que superan las virtudes de tan clásico recurso.

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1. Superando inconvenientes
No todo es oro lo que reluce en el caso del yeso laminado, este material también conlleva una serie de inconvenientes, como la necesidad de contar con un soporte, su elevada fragilidad y una inusual sensibilidad a la humedad. Además tampoco posee altos índices aislantes, térmicos ni acústicos.

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2. Una nueva alternativa
Para poder contrarrestar los inconvenientes del yeso, el poliestireno expandido (EPS) surge como un material de gran calidad y sustitutivo en alguna de esas funciones. Se trata de un material plástico procedente del poliestireno y con muchos usos fuera de la construcción como la fabricación de envasado o incluso de tablas de surf.

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3. Todo ventajas
Este corcho blanco posee una mayor capacidad de aislamiento térmico y acústico, además de que es más ligero y ofrece una enorme resistencia a la humedad ambiental. Por ello, el EPS se puede emplear como material aislante en techos, suelos o tejados.

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4. Cuestión de plasticidad
Del mismo modo, también se puede utilizar como relleno en los bloques de hormigón, para aliviar el peso de la estructura o para crear formas estructurales más complejas, como capiteles, rosetones o molduras.