
Pocos conductores lo revisan: esta pequeña pieza de tu coche aumenta el consumo de combustible hasta en un 30% y ni te enteras
Durante el mantenimiento de un coche, lo más habitual es revisar la presión de los neumáticos, el nivel de aceite y el estado del líquido refrigerante o de frenos. Sin embargo, en un vehículo hay muchas otras piezas que afectan a su rendimiento y que los conductores suelen pasar por alto. Es más, a veces los componentes más pequeños pueden causar averías generales en el sistema.

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1. Ojo con esta pieza
El mejor ejemplo son las bujías, unas diminutas piezas del motor que se encargan de generar la chispa que enciende la mezcla de combustible y aire para que se inicie todo el ciclo de funcionamiento del vehículo. Normalmente, los conductores que no son expertos mecánicos las ignoran, pero si las bujías no están en buen estado, el consumo de combustible aumenta y el vehículo comienza a fallar.

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2. Consume más combustible
Si las bujías están desgastadas o rotas, el motor no funciona correctamente. Esto provoca que el consumo de combustible aumente hasta en un 30%. Por lo tanto, es recomendable cambiarlas con cierta frecuencia, ya que de lo contrario estaremos perdiendo dinero por cada kilómetro recorrido.

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3. Otros problemas
Esta claro que una bujía desgastada afecta a la cartera. Pero más allá de la cuestión económica, si estas piezas están en buen estado la conducción es mucho más segura y cómoda. La clave es que hacen que el motor funcione más suave, la tracción sea mejor y el vehículo ofrezca una respuesta más rápida. Por si fuera poco, contamina menos.

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4. Cambiar las bujías
Hay señales que indican que las bujías están desgastadas, como la dificultad para arrancar cuando hace frío, la pérdida de potencia o el aumento de consumo. Además, algunos coches llevan incorporado un testigo que se enciende cuando las bujías están totalmente desgastadas. Aún así, generalmente los expertos recomiendan sustituirlas cuando se hayan recorrido entre 80.000 y 100.000 kilómetros