Soy cardióloga y esto es lo que debes hacer para bajar el colesterol
El colesterol, como bien todos sabemos, es una sustancia grasa natural para el funcionamiento adecuado del organismo. De hecho, es fundamental para la formación de las membranas de las células de nuestros órganos y como 'materia prima' para la síntesis de hormonas sexuales y las de origen suprarrenal.
Existen dos tipos diferentes de colesterol:
- El HDL, o colesterol bueno, transporta el colesterol de otras partes del cuerpo de regreso al hígado, donde se elimina de tu cuerpo. Los niveles altos de HDL están vinculados con un riesgo más bajo de enfermedades del corazón.
- El LDL, o colesterol malo, puede aumentar tu riesgo de enfermedades del corazón, ataques cardíacos y derrames cerebrales.
De acuerdo a la información proporcionada por diversos estudios, cuando los niveles se disparan ponemos en riesgo nuestra salud. Y no solo eso: las personas con niveles de colesterol en sangre superior a 240 multiplican por dos las posibilidades de sufrir un infarto de miocardio en comparación con quienes mantienen cifras por debajo de 200.
Ante este panorama, la cardióloga de MedStar Health en Maryland, Estelle Jean, ha recomendado en una entrevista con el medio 'Parade' hacer ejercicio.
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1. Herramienta muy útil
A su juicio, practicar actividades deportivas es una de las herramientas más efectivas del mundo para mantener niveles saludables de colesterol.
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2. Actividades recomendadas
Entre las actividades que ha aconsejado, se encuentran:
Caminar, correr o andar en bicicleta.
Practicar deportes acuáticos o nadar.
Ejercicios de fuerza, como levantar pesas o usar bandas de resistencia.
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3. Más beneficios
Esto no solo ayuda a controlar mucho el peso, sino que también mejora el metabolismo y promueve la salud cardiovascular. Además, la actividad física reduce la acumulación de placa en las arterias, uno de los efectos más peligrosos del colesterol alto.
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4. El impacto de la dieta
Con respecto a la dieta, la especialista ha manifestado que debemos evitar alimentos ultraprocesados (dulces, refrescos y galletas), limitar las grasas saturadas (bastante presentes en carnes rojas, lácteos enteros y alimentos fritos) y elegir grasas saludables (aceite de oliva, nueces y semillas).
