Una cardióloga desvela los riesgos a los que se exponen las personas que toman altas dosis de vitaminas: estos son
Vitaminas hidrosolubles
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1. Vitaminas hidrosolubles

Y no es para menos. Con respecto a las vitaminas hidrosolubles, que son las que se disuelven en agua (vitamina C y todas las del grupo B), hay que destacar que el organismo usa las que necesita y elimina el exceso, de manera que por más que consumamos grandes cantidades el cuerpo terminará excretando el sobrante a través de la orina.

Vitaminas liposolubles
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2. Vitaminas liposolubles

A su vez, las vitaminas liposolubles son las que más preocupan dentro del sector sanitario, puesto que si hay un exceso se pueden depositar en el hígado y dan lugar a una serie de problemas. Son la A, D, E y K, para todos aquellos individuos que lo desconocen.

Automedicación
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3. Automedicación

La automedicación, como bien sabemos, está a la orden del día y es más perjudicial que beneficiosa. De hecho, no es que cuantas más vitaminas consumamos, más sanos vamos a estar, sino todo lo contrario. Si llevas una alimentación variada y equilibrada, rica en frutas y vegetales, no es necesario tomar vitaminas.

A tener en cuenta
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4. A tener en cuenta

Sí, salvo en casos excepcionales como en el caso de las embarazadas y siempre bajo prescripción profesional. La dieta, pese a toda la polémica generada en las redes sociales en numerosas ocasiones, ya ofrece los nutrientes necesarios, siempre que se coman productos frescos y se eviten los ultraprocesados.

 


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