Qué tienes que utilizar para limpiar espejos y azulejos sin dañarlos: no vale cualquier trapo
Espejos y superficies de cristal
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1. Espejos y superficies de cristal

A la hora de limpiar rincones delicados espejos y superficies de cristal, como las ventanas, tenemos que ser especialmente cuidadosos con lo que utilizamos. Lo ideal sería emplear un trapo de microfibra, dado que éstos atrapan el polvo y las pelusas sin dejar marcas que se vean al contacto con la luz. 

Si quieres un acabado todavía más profesional, humedece ligeramente el trapo con una mezcla de agua y vinagre. Además, también puedes utilizar papel de periódico para secar las gotas de agua después de limpiar para evitar la aparición de nuevas manchas. Si hay restos de cal, opta por añadir un poco de zumo de limón o alcohol en el trapo antes de limpiar. 

Hazlo siempre en zigzag y evita los movimientos circulares para evitar dejar marcas. Así, conseguirás un brillo natural que será la envidia de todas las visitas. 

Encimeras y mesas
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2. Encimeras y mesas

Como las encimeras están llenas de grasa y restos de comida, tenemos que utilizar algo que sea bien absorbente. Es por esta razón que los trapos de algodón son los mejores para limpiarlas, pudiendo utilizar una esponja suave o estropajos de celulosa para las manchas más difíciles de eliminar.

Eso sí, también tenemos que diferenciar entre las de mármol o granito y las de madera. Para la limpieza de las primeras debemos huir de productos como el vinagre o el limón, ya que su acidez podría deteriorar el material. En su lugar, utilizaremos un poco de jabón neutro diluido en agua y después secaremos con un trapo de microfibra. Mientras, para las de madera trata de utilizar trapos de algodón humedecidos.

Suelos y baldosas
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3. Suelos y baldosas

Al igual que las encimeras, no todos los suelos se limpian igual. Para los de parqué o madera lo mejor es una mopa de microfibra apenas humedecida, dado que demasiada agua puede dañarlo.

Por su parte, en los de cerámica o porcelana será suficiente con un trapo de microfibra o un estropajo suave para eliminar manchas evitando arañazos. Evita en cualquier caso los estropajos abrasivos, ya que pueden desgastar el brillo.

Para manchas difíciles apuesta por una mezcla de agua tibia y bicarbonato.

Electrodomésticos y acero inoxidable
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4. Electrodomésticos y acero inoxidable

Como los cristales, el acero inoxidable (nevera, lavavajillas, etc.) es un imán de huellas, pero limpiarlo es bien sencillo: basta con pasar un trapo de microfibra seco, si puede ser todos los días, mejor. Si ves que hay grasa acumulada, por ejemplo en la vitro, utilizada un poco de agua caliente con unas gotas de detergente y déjalo secar bien para evitar manchas.

Con el horno y microondas sí que será necesario una limpieza al menos después de cada uso para evitar que la suciedad se acumule y luego sea más difícil de quitar.

Lavabos, azulejos y retretes
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5. Lavabos, azulejos y retretes

Para limpiar lavabos y sanitarios sin rayarlos, lo mejor es usar esponjas de celulosa o estropajos suaves regularmente para evitar que la cal se incruste.

Asimismo, para los azulejos elige un trapo de microfibra con vinagre y agua para mantener su brillo. En caso de que haya moho en las juntas, prepara una mezcla de bicarbonato con agua oxigenada y frota con un cepillo de dientes viejo para eliminarlo. 

Y para la mampara, usa un limpiacristales manual después de cada ducha para, de nuevo, ayudar a reducir la acumulación de cal y gotitas.


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