
El mejor ejercicio para mayores de 60 años que cuida tus rodillas sin apenas esfuerzo
Con el paso de los años, resulta fundamental conservar un estilo de vida saludable, que combine una dieta sana y equilibrada unido a la práctica habitual de ejercicio físico. Sin embargo, no todos los ejercicios son igual de adecuados para esta edad, puesto que lo más recomendable es procurar adaptarlos a las condiciones físicas de cada persona. Esto se debe principalmente a que con el paso del tiempo es normal notar un mayor desgaste en las articulaciones, especialmente en las rodillas.
Uno de los ejercicios de bajo impacto más beneficiosos para la salud de los mayores es bailar. Esta actividad ayuda a activar los distintos grupos musculares sin exigir un esfuerzo demasiado agresivo.

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1. Beneficios
El baile, además de ejercitar los diferentes músculos, mejora la condición física, proporcionando una mayor vitalidad. Al elevar el ritmo cardíaco, reduce los riesgos de sufrir presión arterial elevada, así como enfermedades asociadas al corazón.
Uno de los mayores beneficios es que se trata de una actividad que se adapta de forma muy sencilla, con bailes más tranquilos como un bolero u otros con más actividad como la zumba.

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2. Otras alternativas
A pesar de que el baile es una de las opciones más destacadas, existen otras que ofrecen beneficios muy similares como la natación, el pilates, la bicicleta estática, el yoga, dar largos paseos o bien los estiramientos.

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3. Por qué mejoran la calidad de vida
Este tipo de actividades fortalecen el sistema cardiovascular, mejoran la movilidad en general y ayudan a controlar el peso. Su práctica regular repercute positivamente en el estado de ánimo y ayuda a prevenir enfermedades crónicas.

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4. Precauciones
El baile, al igual que cualquier otra actividad física, puede conllevar sufrir algunos riesgos, con lesiones comunes como la dislocación, problemas de menisco, desgarros o fracturas.
Las rodillas suelen ser una de las zonas que más puede llegar a sufrir, de ahí que sea importante reducir la intensidad en el momento en el que se experimente algún tipo de molestia, más aún si se habla de personas que no están tan acostumbradas a la actividad física.