
Salud digital: cinco trucos o costumbres sencillas (y realistas) para dejar de usar tanto el móvil
Los smartphones se han convertido en una extensión más de nuestro cuerpo, los utilizamos para prácticamente todo y lo llevamos encima, aunque no nos haga falta, para absolutamente cualquier actividad.
Si bien esto ofrece muchas ventajas, porque dentro de este aparato que cabe en un bolsillo podemos realizar casi cualquier trámite o acción que podamos pensar, como pagar, comunicarte con los tuyos, buscar información, entretenernos o demás, en los últimos años se ha observado que también tiene su lado negativo, sobre todo entre los más jóvenes, por que el uso constante del móvil esta creado adicciones que conllevan a problemas más graves.
Por eso aunque los smartphones sean una herramienta indispensable, hay que saber ponerle límites, y comenzar a reducir el uso de nuestros teléfonos sobre todo en esos momentos en los que realmente no los necesitamos para nada o en ocasiones en las que podríamos estar haciendo algo más provechoso que estar tirados en el sofá mirando Instagram.
El uso excesivo del móvil puede afectar a nuestra salud mental y bienestar, por ello te presentamos cinco trucos sencillos y realistas para tomar el control y reducir el tiempo que pasas pegado a la pantalla. Implementar estos pequeños cambios en tu rutina diaria puede marcar una gran diferencia en tu relación con el móvil y, en última instancia, mejorar tu bienestar digital.

1. Establece "zonas libres de móvil"
Designa ciertos espacios en tu hogar o momentos del día donde el móvil no tiene cabida. Por ejemplo, la mesa de la comida, el dormitorio, o mientras estás en el baño. También puedes optar por establecer una "zona de teléfono" en tu casa, para que sea el único lugar donde se puede usar.
Hacer esto crea una barrera física y mental, fomentando la desconexión y permitiéndote disfrutar plenamente de otras actividades o de la compañía de quienes te rodean sin interrupciones.

2. Desactiva las notificaciones innecesarias
Cada sonido o vibración nos arrastra de vuelta al teléfono. Revisa la configuración de tus aplicaciones y desactiva todas las notificaciones que no sean esenciales.
Prioriza las alertas de llamadas o mensajes importantes y silencia las de redes sociales, juegos, noticias o correos electrónicos que pueden esperar. Esto reduce la tentación de revisar el móvil constantemente y te ayuda a mantener el enfoque en tus tareas o interacciones del mundo real.

3. Cambia tu pantalla de inicio
El objetivo es "esconder" del acceso directo o más rápido (que es la pantalla de inicio) aquellas apps que más usas, o incluso deja esta lo más vacía posible.
Si tienes que buscar activamente la aplicación de Instagram o TikTok, es más probable que te lo pienses dos veces antes de abrirla por inercia. También puedes reorganizar las aplicaciones más "adictivas" en carpetas menos accesibles.

4. Encuentra un "hobby analógico"
Sustituye el tiempo de pantalla con actividades que no requieran un dispositivo digital. Lee un libro físico, sal a pasear, pinta, haz ejercicio, cocina, o aprende a tocar un instrumento. Al tener una alternativa atractiva y gratificante, te resultará más fácil dejar el móvil a un lado. La clave es encontrar algo que realmente disfrutes y que te ofrezca una sensación de logro o relajación.

5. Usa el modo "no molestar" o "concentración"
Aprovecha las funciones de tu teléfono para limitar las distracciones durante periodos específicos. Activa el modo "No molestar" durante las horas de trabajo, estudio, o incluso durante una hora antes de irte a dormir.
Muchos teléfonos inteligentes ofrecen modos de concentración personalizables que te permiten silenciar notificaciones y llamadas de todas las aplicaciones excepto las que elijas, ayudándote a mantenerte enfocado en tus tareas sin interrupciones.