Las personas que necesitan la televisión encendida para dormir por la noche tienen estos 8 comportamientos, según la psicología
Muchas personas logran conciliar el sueño gracias al simple hecho de tener la televisión encendida de fondo. Para algunos este tipo de ritual es imprescindible cada noche para lograr descansar, pero según la psicología, hay una serie de comportamientos y necesidades emocionales que van más allá del simple deseo de entretenimiento. Aquí te dejamos ocho aspectos clave que pueden definir a las personas que necesitan ese televisor de fondo para poder conseguir su ansiado descanso.
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1. Lucha con el propio silencio
La ausencia de sonido y el propio silencio puede ser desconcertante y causar cierta ansiedad en muchas personas. Muchas personas consiguen solucionar esto con el murmullo de la propia televisión. No se considera negativo, tan solo es otra manera de lidiar con la inquietud nocturna.
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2. Sensación de seguridad
La propia presencia de voces reconocibles o la luz tenue de la televisión ayudan a la hora de crear ciertas situaciones de confort y seguridad. Estos ambientes ayudan a superar miedos nocturnos o ansiedad, creando una atmósfera más acogedora y estable durante la noche.
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3. Noctámbulos por naturaleza
Para la gente noctámbula o que haya adaptado su vida a la noche consigue una sensación de normalidad con la televisión encendida durante la noche. Tan solo es una sencilla forma de normalizar ciertos hábitos con su estilo de vida.
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4. Mente inquieta
Para las personas que sufren de cierta exposición a sus ruidos y pensamientos internos, la televisión funciona como un excelente símbolo de distracción. Los diálogos e historias que se nos presentan funcionan como un gran alivio a la hora de alcanzar el sueño.
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5. El vacío de la soledad
La televisión ayuda a manejar la soledad como un mecanismo de afrontamiento ante sentimientos de pérdida o aislamiento. El sonido y la luz del televisor nos ofrecen una enorme sensación de compañía en noches difíciles.
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6. Evitar sueños perturbadores
Al contrario de lo que puede creerse, dormirse mientras se ve la televisión puede ayudar a evitar tener pensamientos que den paso a tener sueños inquietantes. El propio murmullo del televisor evita que nuestra mente se centre en pensamientos negativos o angustiosos, ayudándonos a tener una experiencia de sueño más serena.
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7. Maneja el estrés del día
El televisor nos ofrece un escape mental ante situaciones vitales de estrés. Al meternos de lleno en situaciones de ficción, nuestra mente se distrae de pensamientos perturbadores o angustiosos, ayudándonos a tomar camino hacia un mejor descanso.
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8. Creando una rutina propia
Son muchas las personas que han convertido ver la televisión antes de dormirse en una especie de ritual que favorece la relajación, funcionando como una especie de nana moderna. Pueden ser hábitos de vida o maneras arraigadas desde la infancia, pero conviene saber que fomentan el entretenimiento, el consuelo emocional o simplemente un refugio contra la ansiedad. Aunque pueda parecer una rutina extraña, puede ser beneficiosa, y encontrar sus factores beneficiosos nos ayuda a aceptar esta singular forma de encontrar el descanso.
