Tengo estos alimentos en la nevera que perdieron frío durante el apagón: ¿debería tirarlos?
Tras el apagón que ha sufrido España durante el 28 de abril, mucha gente se pregunta si los alimentos que almacenaban en sus frigoríficos pueden ser aptos para el consumo al haber estado unas cuantas horas a temperaturas más elevadas de lo normal. Aquí te dejamos una lista de los alimentos más vulnerables a un salto de la cadena de frío.
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1. Carne cruda
La carne cruda es uno de los alimentos más vulnerables de la nevera, sobre todo si consideramos su riesgo ante la aparición de parásitos. Uno de los factores clave a tener en cuenta es que casi todos los alimentos refrigerados pueden aguantar entre 6 y 8 horas si la nevera no se ha mantenido abierta.
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2. Pescado
El pescado sigue a la carne en cuanto a alimentos vulnerables ante un apagón como el vivido ayer. En el congelador, al contrario que en la nevera, los alimentos pueden aguantar entre 24 y 48 horas si al menos se ha mantenido a 4 grados o menos.
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3. Huevos sin cáscara
Los huevos podrían aguantar de buena manera mientras se mantengan con su cáscara, de lo contrario estamos hablando de un alimento extremadamente vulnerable a los cambios de temperatura, incluidos los alimentos que lo lleven como ingrediente como pueden ser salsas y rebozados.
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4. Marisco
En lo más alto del ranking podríamos poner al marisco sobre todos los demás alimentos. Al perder temperatura se convierte en un alimento totalmente vulnerable.
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5. Leche abierta y lácteos
La leche en brick puede conservarse perfectamente debido al sellado del propio recipiente. Otro caso diferente es tenerla almacenada cuando ya se ha abierto para el consumo. Deberemos desechar todo aquel lácteo que ya hayamos sacado de su almacenaje.
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6. Cremas y salsas
Los alimentos refrigerados que no han de ser calentados antes de consumir pueden convertirse en un enorme problema cuando se rompe la cadena de frío. Alimentos como el humus o el guacamole y las salsas como la bechamel o el gazpacho deben ser desechados.
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7. Zumos
Los zumos refrigerados y ya abiertos suponen un riesgo parecido al de la leche. Al abrir el sellado de su envase pierden toda protección al cambio de temperatura y no son aptos para el consumo.
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8. Fiambres loncheados y queso
Al ser alimentos que no han de calentarse antes del consumo, el fiambre y los quesos refrigerados suponen un enorme riesgo ante los cambios de temperatura.
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9. Vegetales cortados
Tanto los vegetales cortados como embolsados, como los preparados para ensaladas, se exponen a convertirse en un riesgo alimentario.
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10. Sobras
Cualquier alimento ya cocinado y guardado en el refrigerador, como las sobras de otra comida, se exponen a deteriorarse en mayor grado que otros alimentos. Debemos ser conscientes también, que cuantos más alimentos haya en la nevera, se conservará la temperatura mucho mejor.
