
La Real Federación Española de Fútbol y el Sevilla se han internado en una guerra de acusaciones con motivo de la fecha de la Supercopa que enfrentará a los segundos contra el Barcelona. Todo comenzó con Rubiales anunciando que el encuentro sería a partido único, el 12 de agosto y posiblemente en Tánger, a lo que el Sevilla respondió el lunes por la noche con un comunicado, contra esto el presidente de la Federación entró en directo en Cope para llamar mentiroso a Pepe Castro y éste último se metió también en la emisora para protagonizar una discusión de máxima audiencia con Rubiales.
En su comunicado, el Sevilla mostró "su absoluta disconformodidad" con la decisión de la RFEF de hacer que la Supercopa de España se dispute a un partido y presumiblemente en Tánger (Marruecos) y dejó clara que esta decisión le es "perjudicial" y "una falta de respeto" hacia el club andaluz, lamentando que tenga "la intención exclusiva de solucionar los problemas" al FC Barcelona, pero dejando claro que no piensa renunciar al título.
"El Sevilla FC quiere hacer constar públicamente su absoluta disconformidad con la decisión adoptada, la cual no ha tenido en cuenta el normal formato de la competición hasta la fecha, esto es, a doble partido. Además, se trata de una decisión puntual para esta temporada porque la RFEF piensa seguir organizando la competición a doble partido en las próximas campañas", señaló el Sevilla en un comunicado.
El conjunto andaluz tuvo "conocimiento, mediante un correo electrónico remitido por el secretario general de la RFEF, Andreu Camps, a las 18:32" de que la Junta Directiva del organismo había decidido "por unanimidad" que el título se dispute esta temporada a partido único y en un terreno de juego neutral, "que podría ser el del estadio de Tánger, Marruecos, algo aún por confirmar".
Para el club que preside José Castro, "resulta evidente" que la entidad que preside Luis Rubiales ha tomado "una decisión específica con la intención exclusiva de solucionar los problemas al FC Barcelona, desoyendo las peticiones del Sevilla FC".
En este sentido, el club hispalense remarcó que desde la llegada del nuevo presidente a la Federación "ha insistido en hacer valer las fechas de 5 y 12 de julio, establecidas en el calendario aprobado por LaLiga como las idóneas para la disputa de la final", algo que volvió a reiterar el pasado jueves cuando se produjo la reunión en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid). "Sin embargo, la RFEF ha tomado una decisión perjudicial para los intereses de nuestro club y arbitraria, incluso sin tener aún una sede definitiva para la disputa de la final, lo que este club considera una falta de respeto hacia nuestra institución y nuestros aficionados", añadió.
El conjunto sevillista recuerda una vez más que "decidió incluir en el abono de la presente temporada el partido de ida de la Supercopa de España, como hizo en las dos anteriores ediciones que la disputó, teniendo en cuenta que la misma se celebra siempre en formato de doble partido y el hecho de que había ya un calendario aprobado".
"Y ahora ve ahora cómo desde la RFEF se le priva a los abonados sevillistas de ver una final en su propio estadio. El club, pese a considerar injustificada la decisión de disputar la final a un solo partido, no piensa renunciar a jugar una final, pues se ha ganado el derecho a disputarla obteniendo su plaza en los terrenos de juego", prosiguió el Sevilla. Por ello, el club andaluz "estudiará la fórmula más idónea para compensar a sus abonados por la imposibilidad de poder celebrarse" la ida en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
Respuesta de Rubiales y discusión en 'Cope'
Una vez emitido el comunicado, el presidente de la RFEF quiso entrar en directo en El partidazo de Cope para remarcar su posición. Ante los micrófonos episcopales, Rubiales llamó mentiroso a Pepe Castro y dijo que el dirigente del Sevilla le comunicó que su decisión "le parecía fabulosa pero quería que la RFEF anunciara que lo había impuesto" para que la afición hispalense no criticara a su presidente.
"Lo que no se puede en esta vida es decir una cosa y aparentar otra. Yo aguanto las críticas, pero con rigor. Las críticas caprichosas o por miedo a parte de una afición no estoy dispuesto a aguantarlas", dijo Rubiales incitando también a Castro a desvelar los Whatsapp que había compartido.
El presidente del Sevilla, no contento con quedar así decidió entrar también en directo y reflejó que Rubiales estaba contando su verdad y él en todo momento había mantenido la postura del doble partido. Además remarcó de nuevo que "la decisión de la RFEF es para beneficiar al Barcelona y que no eliminen un amistoso que tienen concretado".
Tras esta contrarespuesta, Rubiales volvió a entrar en el directo y ambos dirigentes protagonizaron una discusión propia de otros tiempos en España con acusaciones, amenazas a desvelar mensajes y sin dejar contestar al otro. Una vez que la Cope decidió zanjar la discusión, los presidentes se fueron a los micrófonos de la Ser para seguir 'la guerra'.
Allí el directivo de la Federación aconsejó a Castro que dedicase el dinero de la indemnización que va a recibir para pagar el viaje a Tánger a sus aficionados. Ante esto el dirigente hispalense le espetó que "no se meta en los asuntos del Sevilla" y se dedique a tomar decisiones para todos los clubes en la Federación.