
El Barcelona ha fichado a Philipe Coutinho y en la ciudad condal muchas voces se preguntan, ¿qué será de Andrés Iniesta? Desde la directiva blaugrana se ha deslizado que la llegada del brasileño (y sus 160 millones de traspaso) pretende preservar el estado de forma del manchego para que rinda bien en Champions, donde el ex del Liverpool no puede jugar. También se ha argumentado que, ante la cercanía del adiós del español, había que buscar un buen recambio. Todo eso parece no haber sentado muy bien a un Iniesta que, ayer, tras la goleada del Barça al Celta (5-0) para meterse en cuartos de la Copa del Rey, hizo lo que no acostumbra: ponerse serio y lanzar recados.
Ante las radios, en zona mixta, advirtió de que aquellos que pretendan jubilarle están equivocados. Ésa decisión es suya y solo suya. "Venga quien venga, nadie va a conseguir jubilarme", comentó rotundo e incluso con algo de tono enfadado, lo que para un futbolista tan moderado, es noticia. "A mis 33 años, no pienso en si habrá uno que me jubile o me eche. Esa no es la cuestión", comentó sobre el fichaje de Coutinho.
"A mí no me afecta que llegue Coutinho. Es uno más, es un compañero. Lo que es bueno para el club es bueno para todos. El entrenador decidirá quién juega", añadió el hombre que dio a España el Mundial de 2010.
Tampoco cree que haya problemas para adaptar a su nuevo compañero al ritmo del equipo. "Cuando hay un jugador tan bueno no hay ninguna pega que entre en el equipo. Cualquiera puede jugar, cada uno tiene sus características. A partir de ahí es conquistar todo", insistió.