
La guerra en el Barcelona entre los jugadores y la directiva es, cada vez, más difícil de disimular. Es más, los futbolistas blaugrana, lejos de esconderse, hacen esfuerzos para mostrar en público su desacuerdo con el palco culé. Anoche, el conflicto dio un salto notable en la escalada de los últimos días cuando los pesos pesados del vestuario compartieron a través de las redes sociales fotos en las que mostraban su apoyo a Neymar justo el día en el que el club había comunicado que ha demandado al futbolista para reclamarle daños y perjuicios por romper su contrato para marcharse al PSG. Messi, Suárez o Gerard Piqué fueron algunas de las vacas sagradas que se posicionaron clara y públicamente a favor del futbolista brasileño.
El primero en mostrar ese apoyo fue Leo Messi. El argentino subió a su perfil de Instagram una foto en la que aparecía junto al propio Neymar y Suárez en la fiesta de cumpleaños del hijo del primero, motivo por el que ayer Ney estuvo en su casa en la ciudad condal. "Volvió" escribió mencionando a Gerard Piqué. Era una referencia al famoso "Se queda".
El post se publicó poco después de que el Barça comunicara su demanda a Neymar. Pocas interpretaciones caben que no sea la de intensificar el pulso que Messi está manteniendo de forma individual con los mandatarios y en el que la firma de su renovación es su principal arma.
El '10' aún no ha rubricado el acuerdo y, según fuentes cercanas al jugador, no piensa hacerlo hasta que no vea qué plantilla se conforma y cómo actúan los directivos en los próximos días.
Después de que Messi subiera la foto, el propio Neymar y Suárez la replicaron en sus perfiles. Piqué no usó su cuenta de Instagram, pero sí se prestó a posar junto a Neymar para que el del PSG subiera una imagen a la suya. "Se queda" escribió Neymar imitando a la polémica publicación del central, ésa que Piqué confesó más tarde que fue un intento desesperado por retener al delantero.
Neymar también colgó una imagen en la que se veía a los presentes en la fiesta, esto es, Messi, Suárez, Piqué, Rakitic, Alves o Douglas entre otros. Tras esta celebración, Neymar dio cuenta de su cena con Paulinho (nuevo fichaje del Barça) en un restaurante cercano a su casa.
Todo este compendio de imágenes dibuja un collage de 'rebeldía' que no sienta nada bien en una directiva que se arriesga a perder en este pulso tenso con los artífices de la mejor era deportiva del Barça. Sus consecuencias están por verse, pero de momento, la herida entre ambos bandos parece lejos de cerrarse.