
El Real Madrid está cada día más cerca de hacer realidad un fichaje que estuvo a un paso de cerrar en 2015. Faltaron minutos. Literalmente. Ahora sobrará tiempo, aunque se necesitarán muchos más millones que entonces. David de Gea, portero del Manchester United será, salvo sorpresa, nuevo arquero blanco después de que José Mourinho haya dado luz verde a su salida de Old Trafford. Por mucho que haya que pagar una cantidad elevada.
El entrenador portugués no quiere tener a disgusto al español, pero ha reclamado a los diablos rojos que saquen cuanto más dinero, mejor, de esta venta. Al enemigo, ni agua, piensa el luso.
El siguiente paso, por tanto, es la negociación entre partes. El acuerdo Madrid jugador es una realidad. Faltan los flecos. Es decir, no falta nada. En el caso de los clubes, la cosa es diferente.
En el próximo mes se producirá un acelerón que debería embocar el fichaje para el mes de junio-julio. El deseo es que De Gea comience pretemporada con los blancos. No lo pondrá sencillo un United corajudo en eso de arañar hasta la última libra.
En todo caso, si todo sigue según la hoja de ruta planeada en el Bernabéu, De Gea costará unos 60 millones de euros. Mucho dinero, sí, pero un precio justo, entiende el Real Madrid, a tenor de la talla del jugador, de su gran futuro y de lo que se pide por otros porteros en el mercado. Será así como se cierre una incorporación que por Madrid entienden capital.
Es el portero soñado desde hace tiempo. Y aunque Courtois ha cotizado fuerte, la deuda moral contraída con el ex del Atlético por aquel fichaje frustrado es tan grande, que ha hecho que la balanza se decante por él. Más ahora que José Mourinho ha autorizado su despedida.