
El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, ha anunciado que retira su candidatura a las elecciones a la presidencia de la UEFA, que se celebrarán en la Asamblea de dicho organismo el próximo 14 de septiembre en Atenas, según informó este martes en un comunicado en la web de la RFEF.
"El pasado 19 de julio presenté mi candidatura a la Presidencia de la UEFA con un ambicioso programa centrado en posicionar al fútbol como principal protagonista de nuestra organización. Si bien desde entonces han sido numerosos los apoyos que he recibido para continuar adelante con mi campaña, después de una profunda reflexión, he decidido retirar mi candidatura", confirmó en la nota.
Villar solo contaba con una decena de votos de cara a las elecciones del próximo 14 de septiembre, en las que ahora se confirma el favoritismo del esloveno Alexander Ceferin, el preferido de Gianni Infantino, presidente de la FIFA, y del grueso de altos directivos de la UEFA.
Tal y como refleja El País, la de Villar es la crónica de un fracaso casi anunciado. Desde un primer momento, el propio candidato no confiaba demasiado en sus posibilidades. Se presentó esgrimiendo que muchos dirigentes se lo habían pedido, pero el español cayó rápidamente en el juego de sombras que practican muchos de los directivos de UEFA y FIFA, cambiando el discurso de puertas hacia fuera.
Federaciones fuertes como la francesa, la italiana o la rusa no le han apoyado, lo que se ha añadido al rechazo inicial de los países del norte de Europa y otra federación de entidad como es la alemana.
Más factores se añaden a este cóctel, como la vinculación de Villar con la vieja guardia de UEFA y FIFA (Platini, Blatter) y personajes como Julio Grondona o su papel en las negociaciones en entre UEFA y ECA (Asociación Europea de Clubes) en el nuevo formato de la Champions y el nuevo reparto de ingresos entre los equipos. Los problemas de Villar con la justicia han supuesto un factor extra, con dos denuncias por prevaricación en los juzgados españoles.
Precisamente, será en el territorio español en el que se concentre Villar tras este fracaso en su intento de conquistar el trono europeo. Las elecciones de la RFEF centrarán los esfuerzos del vasco, que aspira a cuplir 32 años seguidos en el poder.