
Las relaciones entre el Real Madrid y James Rodríguez, lejos de mejorar, van a peor. La suplencia constante del colombiano y su pérdida de galones (por minutos en Liga se ha convertido en el 14º jugador de la plantilla) tienen enfadado a un futbolista que está decidido a abandonar el club cuando acabe esta temporada. Mientras, en el Real Madrid insisten en tratar de frenar sus deseos. A día de hoy sacar rendimiento a su venta parece complicado. Prefieren darle una tercera oportunidad. Posiciones enfrentadas que cuentan con un factor que va en contra del propio club. Las relaciones entre Zidane y James son nefastas. Tanto, que parece inviable un año más de convivencia entre ambos.
Cuenta la Cadena Cope que la escasez de confianza que tiene Zidane en James ha provocado un gran malestar en el futbolista. Una falta de confianza que no sólo se manifiesta con sus pocos minutos, sino con gestos que van más allá de lo deportivo.
A Zidane se le llenan la boca en elogios hacia su futbolista en sala de prensa, pero de puertas para adentro no le habla. Él, James, tampoco dirige la palabra al entrenador. Su comunicación, apuntan, no va más allá de las órdenes que todo jefe da a su subordinado en el día a día.
Algo parecido podría haber sucedido con Isco. El malagueño siguió un camino parecido al del colombiano, pero él, a diferencia de James, ha mejorado su rendimiento de manera notable después de apretar los dientes en cada mañana en la que se ejercitan en Valdebebas.
Un sacrificio y actitud luchadora que, sin embargo, no ha mostrado un James que, creen en Madrid, está mal asesorado por su entorno. Mientras, desde Colombia, no paran de llegar mensajes públicos que le regalan los oídos y critican la actitud de Zidane por no alinearlo.
Corriente consentida que no ha reforzado ese conformismo y actitud rebelde que ahora le podría sacar del Real Madrid o complicar su estancia, en caso de que finalmente los blancos no encuentren un comprador capaz de abonar la elevada cifra que exigirán, llegado el momento, desde el Santiago Bernabéu.