
El Real Madrid venció ayer al Valencia por 3-2 y, tras la derrota del Atlético frente al Levante, se convierte en el único perseguidor con opciones de cazar al Barça en la última jornada del campeonato. Una opción que se mantiene viva no sólo por un triunfo polémico (Fernández Borbalán no tuvo su día a favor de los ché), sino también por las paradas de su guardameta suplente. Kiko Casilla blindó la meta merengue y, de paso, lanzó un mensaje a la directiva: con él y Navas, el fichaje de De Gea no es necesario.
Y es que esta opción, la de ver a De Gea vestido de blanco, no se descarta ni mucho menos en el seno de un equipo, el blanco, aún pendiente de los movimientos del verano.
En Concha Espina la opción de tratar de fichar de nuevo al del Manchester United no sólo no se descarta, sino que es una de las más que gusta por mucho que Keylor Navas haya hecho un curso fantástico y que Casilla, en las pocas veces que ha jugado, también lo haya bordado.
Ayer fue una de ellas con cinco grandes intervenciones, todas en la segunda mitad. La primera llegó en el 53', tras un buen disparó de André Gomes. Le siguió, cuatro minutos más tarde, la intervención de la tarde, cuando, tras remate de Parejo, el '13' sacó una mano que mandó al palo lo que parecía un gol cantado.
Después, en el 70' despejó un remate a bocajarro de Alcácer y, a renglón seguido, otro de Mustafi. En el tramo final evitó el segundo gol de Rodrigo en la tarde en una jugada similar a la del paradón a Parejo que acabó con la bola lejos de la meta merengue.
Cinco intervenciones épicas que demuestran que el Real Madrid tiene un portero suplente de garantías, al igual que lo tiene en la titularidad. Keylor Navas ha salvado muchos puntos este curso al Real Madrid y ha despejado el camino de los merengues a la final de la Champions con sólo dos goles en cajados en todo el torneo. Los recibió ante el Wolfsburgo.
Ambos forman una gran pareja que genera dudas sobre la necesidad de tantear a De Gea. ¿Será suficiente? El tiempo dictará sentencia.