Xavi Hernández quizá no lo sabe, pero dentro de muy poco, Javier Mascherano, su ex compañero en el FC Barcelona, se podría convertir en su enemigo a la hora de cumplir su sueño. Uno y otro aspiran a ser el heredero de Pep Guardiola o Luis Enrique, el próximo técnico del equipo blaugrana nacido desde sus propias filas.
Cuenta hoy el diario Marca que el mediocampista reconvertido a central ya sabe qué hará cuando deje el fútbol. Quiere ser entrenador. Tanto es así y tanto potencial ven en él, que el Barça le pondrá facilidades para que, en las categorías inferiores, se forme como técnico. Aunque en realidad, el 'jefecito' ya lo es.
Ejerce como tal en cada partido. Su mote no es casualidad. Manda mucho en cada duelo, reordenando a sus compañeros, ubicándolos, corrigiéndolos, arengándolos. Como entrenador, solo que con las botas puestas y responsabilidad directa en lo que sucede en el terreno de juego. No es por ello casualidad que Luis Enrique, cada vez que tiene que hacer modificaciones en el partido, se las susurre al oído a Mascherano.
Xavi Hernández, ahora en el Al-Saad, era igual. Todo el día mandando, todo el día ordenando. Una prolongación de sus entrenadores (sobre todo de Pep) sobre el terreno de juego. Por eso ahora que ha emigrado a tierras lejanas, ahora que el fin de su carrera se acerca, no es extraño pensar que dejará la camiseta para ponerse el chándal de preparador.
De hecho, en Qatar le han ofrecido dirigir las categorías inferiores e incluso algunos lo ven como futuro seleccionador para el Mundial de 2022 antes de que dé el salto al Barça, donde también podría dirigir al equipo culé... siempre y cuando Mascherano no se lo impida.
