El Real Madrid está sumido en uno de los peores momentos que se le recuerdan, y aún así puede ganar la Champions League. Pero ese sueño, el de la'Undécima', no tiene que impedir que el club haga una revolución, lavado de imagen o como quieran llamarlo.
Y es que los datos hablan por sí solos. En las últimas seis temporadas, desde la llegada en el segundo mandato de Pérez, el Real Madrid tan solo ha conquistado una Liga, una Champions y dos Copas del Rey, un bagaje muy pobre para un club como el Madrid (y sin contar esta temporada).
Un club que se ha gastado cientos de millones de euros en traer al Santiago Bernabéu a los mejores jugarores del mundo, o de los mejores. Pero claro, todo no vale, el Real Madrid necesita asentar otro tipo de cosas, como por ejemplo a qué se quiere jugar, tener una idea clara de juego, algo que Zidane está intentando, pero que de momento no está consiguiendo pese a que le pone mucho empeño.
Aún asi, parece que el entrenador francés se ha dado cuenta de algunos de los errores de base de su equipo y está encajando poco a poco las piezas en su sitio. Por ejemplo, cada jugador, donde sabe jugar. Y lo que necesite, se pone, sea quien sea (ya se ha podido comprobar con Casemiro y Lucas Vázquez). Pero todo con un cierto equilibrio, no puede ser que en partidos serios el equipo de ataque esté formado por mediapuntas y delanteros, porque el sistema se acaba partiendo.
Otro de los errores que ha cometido el club a la hora de confeccionar la plantilla ha sido no tener a dos jugadores por puesto. El Real Madrid necesitaría, como mínimo, reforzarse con un delantero y lateral suplente, además de un 'cinco'. En caso de lesiones, como las de Marcelo o Benzema esta temporada, se ven las carencias del equipo.
Bronca de Zidane