El curso 2015/2016 de James Rodríguez está siendo una tortura. Cuestionado por Rafa Benítez, lesionado con Colombia y de nuevo bajo sospecha con Zinedine Zidane, el colombiano no ha vivido momentos de tranquilidad en la presente temporada. De hecho, ahora la presión y los mensajes del nuevo técnico arrecian.
La progresión ha sido claramente negativa para el '10'. Si a la llegada de Zidane en el club se propuso su recuperación como un objetivo vital, dos meses después del cambio en el banquillo la realidad ya no es la misma. Basta ver la pérdida de protagonismo y el aumento en paralelo de las críticas tras el derbi ante el Atlético de Madrid.
Ante los de Simeone, el cafetero fue uno de los principales señalados. Se le achacó falta de intensidad y de importancia en el juego. Fue titular contra el Levante, y la imagen empeoró. Llamaron la atención su apatía y falta de coraje en los choques, en tareas defensivas. Contra el Celta, directamente no jugó un solo minuto. Entretanto, múltiples mensajes de Zidane llamando a un mayor esfuerzo. Ha sido inevitable relacionar estos 'dardos' con la desidia que ha mostrado el jugador en muchas ocasiones en las últimas semanas.
Una desidia que, precisamente, ha generado muchas discusiones en el seno de la directiva blanca. De hecho, junto a Isco, el colombiano habría sido puesto en la lista de transferibles. Un aviso de que la actitud del '10' no habría gustado nada de nada en el palco. Los dirigentes blancos habrían dado luz verde a una limpieza en el vestuario que dejaría al mediapunta en una posición complicada.
Zidane ha vuelto a dejar un mensaje al jugador. Cuando se le ha preguntado por él en la rueda de prensa previa a la vuelta de octavos de Champions, ha dicho lo siguiente: "Siempre le voy a pedir más porque tiene talento y quiero más de él como de muchos que están dentro, pero está mejorando y lo está demostrando". Antes, se mostró convencido de que daba todo en el campo, pero la percepción a todos los niveles no es la misma.
El siguiente escollo es el del partido ante la Roma, en el que podría quedarse de nuevo en el banquillo. Con la vuelta de Kroos y Modric, el mediapunta no tendría hueco si se mantiene a Casemiro en la medular. A pesar de que Benzema y Mayoral no estarán en la lista, Isco y Bale rellenarán los dos espacios por cubrir. En la recámara estaría también Kovacic. Si no hay novedades de última hora, todo indica otra suplencia del '10'.
Las señales apuntan a una posición cada vez más complicada de James. Por él no faltarán vendedores en verano, y solo le quedan dos meses para revertir la situación. Algo que no puede hacer desde el banquillo. A James se le acaba el tiempo, y la rampa de salida parece ante él.
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Hartos de su desidia