
Cristiano Ronaldo, delantero y máxima estrella del Real Madrid, explotó el pasado sábado en zona mixta después de caer ante el Atlético de Madrid. El delantero dejó en evidencia a sus compañeros al afirmar que "no jugaban los mejores" y que si todos jugasen como él "a lo mejor íbamos líderes". Unas palabras que se han interpretado como un misil directo a la plantilla y sus compañeros (que lo son) pero que también esconden ataques soterrados contra Florentino Pérez, presidente del club.
Varias son las críticas en las que, según el entorno del jugador, el máximo mandatario debería darse por aludido. Una es la que apunta directamente a la manera que tiene el club de gestionar las pretemporadas, entendidas desde hace tiempo más como una gira para amasar millones de euros, que como periodos de preparación de cara a la larga temporada.
"No sé si es por mala preparación al principio, pero estamos teniendo muchas lesiones y eso nos perjudica", afirmó ante los periodistas de las radios que le escuchaban atónitos ante sus declaraciones.
Esta frase no sólo esconde esa crítica a la pretemporada (crítica que, por cierto, también enarboló hace dos semanas Rafa Benítez, ex técnico del equipo blanco), sino que también es un dardo al equipo médico del equipo blanco, dirigido por el doctor Jesús Olmo. De sobra es conocido el divorcio que mantiene el vestuario con este galeno, al que acusan directamente de las constantes ausencias que sufre el equipo blanco.
¿Qué tiene que ver esto con Florentino Pérez? El mandatario ha protegido a Olmo desde que comenzaron las críticas del vestuario. Es más, la pasada temporada, desde el palco se culpó a Ancelotti y no a Olmos de ser el responsable de estas lesiones. Cristiano, como muchos otros jugadores, no lo ven así. Entiende que es Olmo, el médico al que protege la directiva, quien se esconde tras tanta dolencia.
Cristiano también cargó contra el nivel de los suplentes merengues. "Con esto [sus críticas] no estoy diciendo nada, pero a lo largo se echan en falta. Jesé, Lucas, Kovacic son muy buenos, pero es mi punto de vista", afirmó.
Desde hace tiempo, el delantero (como otros futbolistas de peso en el vestuario) han criticado algunos movimientos en la plantilla que han dejado marchar a jugadores que creían imprescindibles (Özil, Morata, Di María...) para dar entrada a otros que, según sus impresiones, no dan la talla. No al menos para la exigencia de una entidad como el Real Madrid.
Estas impresiones forman parte de la ruptura de relaciones reciente entre el presidente y el futbolista. A Cristiano no le gustó el despido de Ancelotti. Ahí comenzó un problema que hoy se agranda con los resultados y la mala imagen del club. Semejante desencuentro podría acabar con el portugués lejos del Santiago Bernabéu la próxima temporada.