
Toni Kroos, mediocampista del Real Madrid, rozó este miércoles en el duelo frente a la Roma la perfección. Perfección engañosa. El germano alcanzó de nuevo la elevada cifra de 102 pases, el 96% acertados, esto es, sólo falló cuatro de estas asistencias. Sin embargo, esas cuatro asistencias falladas generaron peligro contra el Real Madrid.
La mayoría repitieron el mismo patrón. Balones en horizontal, blanditos, sin fuerza y en corto que eran fácilmente interceptables por los mediocampistas romanos y a partir de los cuales se generaron ocasiones de peligro.
El primero de esos pases erróneos se salió de esta norma. Fue un balón hacia Marcelo que acabó en los pies de Salah y que generó uno de los primeros acercamientos locales. Los otros tres, estos sí, fueron casi idénticos. Balón en horizontal sencillo que no acabó en los pies del compañero, sino en los del rival por una carencia de fuerza en el envío.
Uno sucedió en el minuto 40 y generó una contra. Otro se produjo en el arranque de la segunda parte (minuto 51) y acabó con Varane salvando el gol de Perotti. El último Se produjo en el 69 y también regaló la pelota con riesgo para la meta blanca.
Además, muchos de esos 102 pases acertados fueron relativamente sencillos, es decir, fueron cortos y no tanto en profundidad para romper las líneas de presión de una Roma ante la que siguió sumando buenas estadísticas, pero no tanto buenas sensaciones.