
El Real Madrid lleva tiempo meditando si personarse en el caso abierto por el fichaje de Neymar al Barça y, de esta manera, destapar las irregularidades que habría cometido la entidad blaugrana durante este proceso. Una posibilidad que, a día de hoy, está más cerca que nunca de ejecutarse. A la vista de los últimos acontecimientos y de las declaraciones de los investigados en este proceso, los blancos entienden que hay muchas opciones de que la información que podrían aportar sirva para que la Justicia condene al Barça en las figuras de su ex presidente, Sandro Rosell, y de su actual presidente, Josep María Bartomeu.
Cuenta el diario ABC que la opción de adoptar esta estrategia ha ido creciendo en los últimos días, tal y como ha venido contando EcoDiario.es, a raíz de que se hiciera público que el Barça se va a personar en la causa abierta por el pasaporte falso de Slaughter.
Este jugador norteamericano de baloncesto jugó el curso pasado con los blancos esgrimiendo un falso pasaporte de Guinea Ecuatorial gracias al que no ocupó plaza de extracomunitario (la UE mantiene ciertos acuerdos con países africanos).
Como el Real Madrid ganó al Barça ACB y Copa del Rey con la presencia de Slaughter en la cancha, los culés entienden que ambos títulos deberían ser anulados y devueltos al que, según la visión blaugrana, sería su legítimo vencedor: el propio FC Barcelona.
El presidente del Real Madrid mantiene, desde hace meses, una relación muy tensa con el Barça. Nulo es su trato con Bartomeu y más nulo, si cabe, desde que éste defendiera una postura contraria en el caso del reparto de los derechos de televisión. Otros casos, como el conflicto generado por la sede de la final de la Copa del Rey de 2015 no han hecho más que añadir tensión.
Por eso cuando se supo que los catalanes (como la propia ACB) entrarían como parte afectada en el caso, los teléfonos empezaron a sonar en el Bernabéu. Era la gota que colmó el vaso de la paciencia del palco y, en especial, de Florentino Pérez.
El mandatario quiere destapar las mentiras (la expresión procede de Concha Espina) del Barça en el fichaje de Neymar.
La versión blanca es muy sencilla: el brasileño costó 165 millones de euros en una operación en la que se cometieron varias ilegalidades que se saltaron la normativa FIFA y la legislación vigente en Brasil y España.
Con la entrada en el proceso el Real Madrid cree que podría aportar pruebas clave que dejarían en fuera de juego al Barça e impulsarían de manera decisiva una resolución en contra de los intereses culé.