Cristiano Ronaldo sorprendió en zona mixta después del 6-0 del Real Madrid al Espanyol, hat-trick suyo incluido. Lo hizo lanzando un 'dardo' a la directiva por la pretemporada, en el contexto de las preguntas por el mal estado físico de la plantilla al completo. Un ataque que el resto de sus compañeros preguntados no ha secundado esta vez.
Si bien las críticas a Rafa Benítez por la preparación física del equipo han tenido cierta continuidad, el matiz que añadía Cristiano era nuevo: una gira que restaba tiempo para entrenamientos, y que venía organizada desde arriba, desde la directiva. Como sucede siempre en estos casos, y en la mayoría de los equipos.
El luso fue claro, contundente: "A mí y a todo el equipo nos hacía falta trabajar. Lo necesitábamos porque la pretemporada no fue buena, con muchos viajes". Recogía el guante de Zidane, que había declarado antes que el '7' (al igual que el resto) debía esforzarse un punto más, y a la vez lanzaba una carga a esa junta con la que tan poco mezcla. El gesto de Cristiano fue el único en ese sentido.
Una vez conocidas las palabras del portugués, los periodistas se afanaron en preguntar a los compañeros. Y en esta ocasión, nadie se sumó al barco de su goleador. Incluso el capitán Sergio Ramos, que no se caracteriza por tener pelos en la lengua ni por llevar una relación fluída con la directiva, prefirió quedar al margen. De hecho, se podría decir que emitió un mensaje opuesto al de Cristiano.
"Es cierto que hubo muchos viajes en pretemporada, pero esto es el Real Madrid, necesitamos ingresos. El Barcelona también viaja mucho. Estamos acostumbrados", decía el de Camas, tratando de restar importancia al hecho a resaltar y normalizando lo que, de hecho, es habitual en casi todas las escuadras de primer nivel: giras veraniegas que se convierten en auténticas carreras 'rompepiernas'.
En el mismo sentido, un jugador más discreto como Raphael Varane, decía lo siguiente en unas declaraciones de las que se hacía eco ABC: "Nosotros somos profesionales y hacemos los esfuerzos que hay que hacer. Siempre hemos intentado hacer el trabajo en pretemporada lo mejor posible, pero el club decide dónde se hace".
El galo se adscribía también a un proceder mucho más comedido. En este asunto, y en el contexto de cierta paz que se ha instalado en Chamartín, la mayoría de los jugadores se ha apartado de una polémica que Cristiano, esta vez, parece tener que lidiar solitario. Nadie ha querido alimentar un fuego extra al club, una vez que con la llegada de Zinedine Zidane en lo deportivo se ha ganado en tranquilidad. Cristiano se ha quedado solo en su ataque a la directiva.
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Abraza el 'zidanismo'