Fútbol

Así pasó James Rodríguez a ser el elemento más incómodo del Real Madrid

James, junto a Isco en el partido ante el Sporting. Imagen: EFE.

James Rodríguez está en boca de todos. El colombiano fue el causante de dos desplantes a Zinedine Zidane en el Real Madrid-Sporting que no pasaron desapercibidos para las cámaras. No corren buenos tiempos para un jugador que pensaba que el cambio de técnico le vendría bien y que sigue encerrado en una situación difícil en Concha Espina.

Queda muy lejos esa etapa en la que el '10' era absolutamente indispensable en el Real Madrid. Lejos, simbólicamente, puesto que cerró el curso 14/15 como el jugador más en forma. Meses después, todo es muy diferente. James es la única nota negativa de un Real Madrid que se reencuentra con la felicidad en las manos de Zinedine Zidane. Varios factores se han cruzado en el camino del futbolista para este cambio.

Varios juagdores del Real Madrid se afanaban el pasado domingo en afirmar que no había feeling con Rafa Benítez, y ahí empiezan los problemas de James, que llegó más tarde que el resto por la disputa de la Copa América y que se lesionó con su selección en el primer parón de compromisos internacionales. Al colombiano, mes y medio después, le costó entrar en la dinámica del grupo, pero Rafa Benítez pensaba que le costaría más de lo que el propio jugador asumía. Y la respuesta del '10' no ayudó, después de brillar con Colombia: "Para que luego digan que no estoy bien".

Días después, añadía un nuevo factor: el de un nuevo contrato. Se filtraba que James deseaba una ampliación de contrato con el objetivo de mejorar su sueldo. Una estrategia que recordaba, en su momento, a la de Ángel Di María. Por todos es sabido cómo acabó la aventura de un jugador que, en opinión del club, quería ganar mucho en muy poco tiempo: fuera del equipo con destino París.

Antes se había caído contra el Sevilla, pero más tarde se produjo la dolorosa derrota ante el Barcelona, y después con el Villarreal. El papel de James siguió sin ser importante y comenzó a especularse que la razón de este ostracismo era por problemas físicos. En castellano: que James estaba fuera de forma, pasado de peso.

Con el cambio de entrenador, se creía que James vería cambiada su situación, pero nada de eso: Isco le ha ganado la partida y Zidane no esta contento ni con su estado físico (el problema sigue ahí) ni con su actitud. Un gesto como el de retirarse del calentamiento en la banda explica lo que el francés no quiere ver en el colombiano.

Un jugador descontento es motivo de alerta en el vestuario. Ahora mismo, James responde a ese perfil. En el ambiente de euforia y optimismo desatado en el club blanco, solo desentona la situación del '10', que se ha convertido en cuestión de meses en un asunto incómodo en el Real Madrid.

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