
Faltan varios meses para el mercado de fichajes de verano (de hecho, aún quedan más de dos semanas para el final del mercado invernal), pero los clubes ya se van perfilando, y especialmente los grandes equipos europeos. Tres de ellos se han centrado en la Bundesliga.
En la liga alemana está destacando por encima del resto de jóvenes talentos Leroy Sané, el prometedor atacante de tan solo 20 años (los cumplió ayer) del Schalke 04. Tanto es así que tres de los clubes más poderosos van a protagonizar lo que parece a priori una encarnizada lucha para hacerse por sus servicios.
Lo desvelaba Kicker a principios de semana y en ello profundiza hoy Marca: Manchester City, Real Madrid y Barcelona quieren al jugador minero. Son los ingleses los que llevan la iniciativa, pero por un deseo todavía no publicado de Pep Guardiola, casi seguro futuro técnico de los 'citizen' el próximo curso y que observa casi en primera línea la progresión del jugador.
El de Santpedor tendrá que batirse el cobre con Real Madrid y Barcelona. El equipo blanco ya sabe de sobra de lo que es capaz el futbolista, ya que mojó en el Santiago Bernabéu con un gol y una asistencia en el dramático partido de vuelta de octavos de Champions que acabó con 3-4 en el marcador y un susto de órdago para los blancos.
El Barcelona también tiene motivos para la compra: es en el ataque donde tiene mayores huecos (Munir y Sandro tienen aparente fecha de caducidad y se desconoce si habrá fichajes en invierno, aunque suena Denis Suárez) y el perfil del jugador, jóven y versátil, encaja con lo que gusta en Can Barça. Las espadas empiezan a estar en todo lo alto, y el combate será en verano.
Mientras tanto, el Schalke 04 promete dar guerra. En un primer momento, habría tasado al jugador en 50 millones de euros. Además, ha dado el primer aviso en público a través de su director deportivo, Horst Heldt, que en declaraciones a Bild dijo lo siguiente: "No queremos vender y Leroy tampoco quiere irse. Ni siquiera el City tiene dinero para llevárselo".
Con seis meses por delante, la contundencia del Schalke es solo un primer indicativo, pero ni mucho menos el único. Los cantos de sirena pueden ser decisivos y obligarían a dar un paso adelante a un jugador que será el protagonista de un duelo entre tres de los clubes de fútbol más poderosos del mundo.