
Está siendo un tema muy tratado en las últimas semanas: el futuro de Cristiano Ronaldo, ya sea dentro o fuera del Real Madrid. Las señales emanadas del entorno del luso han sido contradictorias y han apuntado en varias direcciones. También el propio jugador juega al despiste. Sin ir más lejos, esta semana ha dejado una cortina de humo.
En declaraciones a los medios, el '7' explicaba que deseaba acabar al menos su contrato en el Real Madrid. Se trataba de un contexto feliz: el equipo se había deleitado con una goleada ante el Malmoe y el propio Cristiano había marcado cuatro tantos. Todo eran buenas noticias, y las declaraciones del jugador en un escenario 100% madridista y 100% español no desentonaban. No siempre fue así.
En las ocasiones en que la relación del futbolista con el presidente o con el técnico (ahora parece que se ha producido un respiro con Rafa Benítez), el delantero se mostraba más abierto a las eventualidades del futuro. En función de ese "nadie sabe lo que pasará" no descartó su salida del Real Madrid en repetidas ocasiones, casi siempre en medios extranjeros o concentraciones con su selección.
Así llegaron, por poner el ejemplo más cercano, las declaraciones en Bild que provocaron el enfado de Florentino Pérez (se le filmó en directo pidiendo explicaciones a Cristiano) y el ya famoso saludo del jugador a Laurent Blanc en el césped del Santiago Bernabéu.
Algo se mueve en el mercado europeo, especialmente en París y Manchester. El PSG y el United han empezado a alistar recursos de cara a una posible contratación, y no se preparan estrategias de tal calibre si no están fundamentadas. Desde el entorno de Cristiano se ha dejado caer que hay descontento. Por Florentino Pérez, por Rafa Benítez, por el ambiente en el Real Madrid...
La situación en este momento es de incertidumbre, y Cristiano ha conseguido ganar tiempo para poder tomar una decisión. Con esa promesa de acabar contrato, trata de enfriar el debate y poder ejecutar sus propios movimientos. Ya sea para seguir en el Real Madrid o para afrontar su salida, Cristiano necesita tiempo para madurar su decisión. De ahí la cortina de humo. Los próximos meses dirán qué pasa con el astro de Madeira.