El Real Madrid sigue envuelto en la polémica por el caso Cheryshev, pero eso no implica que haya parado la maquinaria de un departamento de fútbol que lleva tiempo ya trabajando para reforzar la plantilla merengue. Unos fichajes que dependerán mucho de las bajas. Dos serían las más relevantes: Cristiano Ronaldo y Benzema. Dos, sus posibles 'sustitutos': Lewandowski - Morata.
Serían, en verdad, sustitutos ambos del puesto de delantero centro, toda vez que en la posición en la que juega habitualmente Cristiano Ronaldo los blancos se habrían fijado ya en Hazard, atacante del Chelsea.
Esto es: Lewandowski y Morata son en verdad los candidatos a ser delanteros centro en lugar de un Benzema al que cada vez le quedan menos oportunidades de quedarse en la capital si finalmente la justicia le declara culpable por supuesto chantaje sexual a su compañero de selección Mathieu Valbuena.
Muchas voces en el seno del club blanco creen que lo mejor sería dejarle marchar, sacar tajada de su venta y, de paso, limpiar la imagen del club con su marcha. Más si cabe después de que se haya filtrado que la Federación Francesa de Fútbol (FFF) anunciará la semana que viene la suspensión del '9' blanco por este caso. No jugará con Francia y su presencia en la Eurocopa es más que complicada.
Pero este paso, dejar salir a Benzema, no es sencillo. El club tendría que asegurarse un sustituto de garantías. En este sentido, se apunta desde el Real Madrid, la estrategia sería similar a la que se siguió con el caso De Gea, cuando fichó a Kiko Casilla ante la perspectiva de que el arquero del Manchester United no acabase firmando por los blancos (como así sucedió). Había temor a quedarse sólo con Navas.
Esta estrategia, cubrirse las espaldas con un recambio de clase media a la espera del 'plato fuerte', se aplicará también a la delantera. Algo que traducido a nombres y apellidos significa que el Real Madrid se lanzará a por Morata antes de atar el acuerdo con un Lewandowski al que no será nada sencillo fichar.
Tampoco será fácil incorporar a Morata. En primer lugar, porque el propio futbolista no se muestra muy partidario a este retorno. Sabe que en Madrid aterrizará como un segundo plato, mientras que en Turín es un hombre de peso.
Una reticencia que quizá necesitaría de una oferta interesante desde el punto de vista económico para frenar la resistencia inicial del canterano, algo que aumentaría su precio, cifrado ahora en 31 millones de euros.
En el caso de Lewandowski la operación rozaría el nivel 'galáctico' de otros grandes fichajes blancos ya no sólo por el coste (seguramente sería más de 100 millones de euros), sino porque Lewandowski está también cómodo en Múnich. El club que le quiera deberá ofrecerle un estatus de máxima referencia. Además, las novias se le han multiplicado en las últimas semanas ante su buen rendimiento.
Barreras ante la que emerge el optimismo de las declaraciones de su representante, cuando no cerró las puertas ni Real Madrid ni al Barça para una posible marcha del Allianz Arena.
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La opción de Lewandowski