Fútbol

La peligrosa dependencia del Real Madrid de Luka Modric

Luka Modric celebra junto a Bale su gol ante el Shakhtar. Imagen: Reuters.

El Real Madrid vivió en Ucrania un partido de extremos. Del 0-4 pasó a un 3-4 que estuvo a punto de provocar otro terremoto en un club que aún trata de recuperarse de la herida anímica que supuso el Clásico. En tan solo 10 minutos, el Shakhtar hizo tres goles y metió el miedo en el cuerpo al equipo blanco, que se vino abajo tras la salida de Luka Modric. Otra vez, hay una seria dependencia del croata.

En Lviv, el '19' fue el jefe de operaciones de un equipo que tuvo orden y criterio en la salida de balón y en las circulaciones y combinaciones de pelota para las jugadas. Flanqueado por Casemiro y en cierta parte liberado para poder concentrarse mejor en tareas de creación y ofensivas, canalizó la totalidad del juego de ataque.

Con un impresionante 96% de acierto en el pase, solo Casemiro tocó más el balón que él (102 pases intentados frente a los 82 del croata) y también se prodigó en labores defensiva: recuperó cuatro balones sin hacer ni una sola falta. Un ejercicio de talento, sacrificio y limpieza. Una vez más.

El '19' fue uno de los primeros en reconocer tras el Clásico que el equipo no estaba jugando bien. Jugamos muy, muy mal y no sé cuál es la razón. "No es falta de actitud, pero no hemos parecido un equipo", decía minutos después del 0-4. Contra el Shakhtar, coordinó todas las acciones para corregir los errores de los que hablaba el sábado y hacer del Real Madrid un equipo más unido en el campo.

Tanto es así que a la salida de Modric del campo, el equipo se desmoronó. El parcial sin él en el campo fue de un 3-1 que trajo consigo la versión de los dos últimos partidos del Real Madrid. En ese sentido, la dependencia del centrocampista es clara. Ni nueva.

Vale de ejemplo el desinflamiento del equipo el curso pasado desde que se lesionó con Croacia a finales de noviembre. Ya para Carlo Ancelotti era vital en la medular, y con Rafa Benítez esto no ha cambiado. Los hechos dan la razón a uno y otro: sin Modric, el Real Madrid es otro. Y ayer casi lo paga ante el Shakhtar.

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