
En el tramo final del verano, Mateo Kovacic aterrizó en el Santiago Bernabéu. Un centrocampista creativo más que sorprendía por su perfil y que estaba llamado a dar oxígeno a un plantel que el curso anterior había llegado extenuado al tramo final y decisivo. Por lo inesperado del momento, generó todo tipo de comentarios y dudas. Ahora, también.
Esta vez, el motivo es otro. Porque, tras un inicio en el que el croata contó para Benítez, ha desaparecido de las alineaciones. En los últimos seis partidos solo ha disputado nueve minutos, los de la basura ante el PSG en Madrid. Esto deja un balance paupérrimo: solo nueve minutos en todo el mes de noviembre.
Precisamente fue contra el PSG (pero en París) cuando empezó su parón. Hasta entonces, había jugado en todos los encuentros del equipo. En los diez primeros duelos del equipo (ocho de Liga y dos de Champions), el '16' había aparecido en el césped, cuatro de estas ocasiones como titular.
Una lesión de última hora en el césped del Parque de los Príncipes le quitó la titularidad y desde ahí no ha vuelto a ser importante. Incluso con ausencias que posibilitarían su entrada en el once (como la de James, o las de Bale y Benzema), solo ha jugado el tramo final del partido ante el PSG.
"Jugando dos partidos a la semana, me gusta rotar. Tendrán oportunidad futbolistas para demostrar su nivel y eso aumenta la competitividad en la plantilla", decía Rafa Benítez en rueda de prensa antes del encuentro ante el Malmoe. A eso se agarra Mateo Kovacic, a las rotaciones que le permitan volver a tener protagonismo y la oportunidad de demostrar que las buenas sensaciones mostradas a primeros de curso pueden tener continuidad.